No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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05 febrero 2014

EL R-6

Circulaba sin prestar atención al tráfico en su flamante Mercedes E300 acompañado por su esposa; comentaban banalidades sobre el tiempo, peluquería, clases de equitación, gimnasio, etc., todo ello para entretener al tiempo durante el corto viaje que se les presentaba.
En el recodo de un camino adyacente a la carretera comarcal por la que circulaban, asomó el morro un coche de líneas rectas y faros cuadrados, que daba la impresión de haber nacido en el siglo pasado; no daba la impresión, pensó el, era del siglo pasado.
No le dio tiempo a pasar antes que saliera el coche blanco y no tuvo más remedio que seguir circulando detrás del mismo.
Era un Renault 6 matrícula B-??13-XZ, por lo menos eso se distinguía tras el barro que tapaba parte de la matrícula. ¡Más antiguo que el andar para adelante!, tal cual, se lo comentó a su mujer.
Como la conversación que mantenían era más bien aburrida, él se decidió a elucubrar sobre el propietario de R6 como vulgarmente se llamaba.
- Mira el coche que lleva el tío, media trasera caída con la chapa oxidada, un piloto fundido, una humareda que parece que va quemando leña en vez de gasolina,  no sé cómo se puede circular con ese coche. 
- Cualquiera sabe-dijo la mujer-, serán rumanos seguramente, vendrán del camino del que han salido,  de robar naranjas de alguna finca cercana, o será de un tío tan “agarrao” que quiere exprimir el coche hasta la última gota. A lo mejor, está tan mal de dinero que no puede comprar ni una bombilla para el piloto; cualquiera sabe…. Bueno mejor ni echarle cuenta; último comentario antes que el R6 girara en otro camino a la derecha, sin darle opción a la pareja a ver ni siquiera la cara del conductor o conductora del mismo.
La carretera comarcal llegó a su fin y el acceso a la autopista hizo patente la potencia del Mercedes, que llegó en un abrir y cerrar de ojos a la capital.
El tiempo, que pasa para todos, también pasó por esta historia. Las clases de equitación pasaron a quedar en la memoria; y las manicuras, y las sesiones de masaje, eran cosa de otro tiempo. La empresa, como otras muchas por desgracia de este país, se vino abajo y los ingresos mensuales se dividieron por mucho, la esposa no pudo soportar más esa circunstancia.
La situación económica se tornó complicada, bastante complicada, diría yo; y la compañía financiera que había concedido el préstamo para la compra del Mercedes E300, empezó a reclamar los impagos producidos; llegando a subastar el coche para resarcirse de la morosidad acumulada.
Llegada la hora, el titular tuvo que ir al juzgado para depositar la documentación del coche, para que el nuevo propietario tomara posesión del mismo; en esos instantes pasaron por su cabeza muchas cosas… le daba vueltas, y más vueltas…..  no conseguía asimilar lo que había pasado, empezaron a brotar unas gotas de sudor en su frente cuando daba las buenas tardes de despedida, al guardia civil que vigilaba la entrada del juzgado. Buscaba la calle desesperadamente para respirar aire freso y procurar olvidar por unos momentos las sensaciones que le invadían. Su cabeza iba perdida en un sinfín de nubarrones negros que embotaban sus pensamientos, cuando sintió un fuerte frenazo. El para-golpes de un coche rozó levemente su rodilla izquierda, eso le hizo girar la cabeza levemente hacia el parabrisas. Tras unas gafas color carmesí, descubrió una tez sonrojada pero muy asustada, que lo miraba expectante desde detrás de la luneta. Se retiró un poco, ya que algo le resultaba familiar… ¡Estuvo a punto de ser atropellado por un R-6 blanco!, pero tuvo suerte de que su propietaria lo tuviera en perfecto estado de funcionamiento, ¡Sobre todo los frenos!; aunque el coche fuera demasiado viejo (creyó ver Barcelona XZ, en su matrícula), los frenos funcionaron de maravilla.
Se acercó a la ventanilla para pedir disculpas por la irrupción tan sorpresiva en la calle, y posó por unos instantes su mirada en unos ojos negros que lo miraban asustados………
Todo está en el mundo.