Una persona mayor me dijo un
día que todo lo material puede desaparecer en un momento determinado de tu
vida. Puedes perder: el trabajo, tu casa, el coche, no tener comida, tu
sustento, la salud, incluso a tu familia y amigos; mas lo único que no perderás
nunca serán tus conocimientos, lo que has aprendido y has vivido.
Por eso, hablando un rato
esta mañana a las diez y pico con la "fresquita" de mi familia y de
la de mi interlocutora, he llegado a una conclusión; y es que creo que: fincas,
depósitos, euros, pisos, chalets, grandes coches, inversiones, etc. etc. etc.
voy a heredar más bien poco.
Ahora sí, quisiera recibir
como legado: la armonía y la calma de mi abuelo Eduardo (el valenciano), la
simpatía y alegría de mi abuela Concha (Conchita pan blanco), la elegancia y el
porte de mi abuela Encarna (la del motorista), la concordia y el arte de mi
abuelo Manolo (el motorista), la rectitud y la honradez de mi Padre (Pepito
Bou) y cómo no, la bondad y la capacidad de lucha de mi madre (Encarnita la del
motorista).
¿Hace falta más? ¡Ojalá
pudiera heredar todo esto!, aunque lo tenga que compartir con mis hermanos.
Espero que mi descendencia
(si la tengo) de vez en cuando "SUEÑEN UN PEQUEÑO SUEÑO DE MÍ." Y si no toca la de los bombos que nos toque esta.