Quizá hubieras tenido el valor de irte a porta gayola para recibir a ese maldito morlaco; seguro que, como muchas veces hiciste, hubieras echado la pata “palante” y le hubieras recetado un buen ramillete de verónicas rematándolas con una media “abelmontada”, esa que tanto te gustaba. Lo más probable es que hubieras llevado por chicuelinas, con las manos bajas como Manzanares padre, a ese maldito zaíno al caballo para que le dieran fuerte, como hiciste hace casi tan solo un mes; pero amigo, de ese resabiado, no te podías fiar ni un momento, no podías perderle la cara ni un segundo, porque cuando menos te lo esperabas te embistió a traición como hizo ayer; cuando creías que podrías domeñar su brusca embestida haciéndole un quite por gaoneras en honor a Rodolfo Gaona, el mejicano(tu tito como a veces te decía), en un suspiro, ese bicho te ha dado una cornada mortal acabando con tu vida de torero y de persona.
Compañero, amigo, jefe, y maestro del toreo, hoy te darán la vuelta en el ruedo de Nervión, tu otra casa después de la Real Maestranza, la roja, la del color de la muleta de torear. Fuiste torero por todos los costados, Miguel (Mateo, Miguelín, Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, y Gaona precursor de la "gaonera"; más torero no se puede ser.
Tu compañero de paseíllo en los ruedos de mármol te desea lo mejor para la nueva plaza donde vas a debutar en breve.
Descansa en la paz del mismísimo Ra, amigo Miguel, que el albero te sea leve.
Seguro que más tarde o más temprano haremos de nuevo el paseíllo juntos.
Compañero, amigo, jefe, y maestro del toreo, hoy te darán la vuelta en el ruedo de Nervión, tu otra casa después de la Real Maestranza, la roja, la del color de la muleta de torear. Fuiste torero por todos los costados, Miguel (Mateo, Miguelín, Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, y Gaona precursor de la "gaonera"; más torero no se puede ser.
Tu compañero de paseíllo en los ruedos de mármol te desea lo mejor para la nueva plaza donde vas a debutar en breve.
Descansa en la paz del mismísimo Ra, amigo Miguel, que el albero te sea leve.
Seguro que más tarde o más temprano haremos de nuevo el paseíllo juntos.
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