No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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27 octubre 2017

LA RULETA RUSA.

Viste de negro, con camisa blanca y corbata oscura; tiene aspecto de chico de Liverpool pero ya un poco mayorcito, y debe ser el salvaguarda de la legalidad y la normalidad en su comunidad, pero le gusta el juego.
Tiene una pistola, un colt del 45 de tambor, se pasea con ella continuamente; hace unos meses, unos socios pero no amigos, le regalaron una bala, una bala de oro supuestamente, que tiene grabada las letras D.U.I.
El hombre de negro, que ora anda acelerado, ora pasea reposado por pasillos y salones, aficionado al riesgo, decidió jugar a uno de los juegos que más peligro conlleva: la ruleta rusa.
Introdujo la bala en su colt del 45 y giró el tambor varias veces,  auspiciado por un socio que lo mal mira, se subió a un estrado  y presionó el gatillo...
¡Clic!
Casi termina con lo que el hombre de negro representa; sus socios le siguen impulsando a jugar, sus conocidos le reprenden advirtiéndole que puede morir en el intento, y mucha gente le increpa que sea valiente y gire de nuevo el tambor.
Y otra vez lo hace, mete la bala de oro, y lo gira varias veces, de nuevo se sube al estrado y...
¡Clic!
El percutor de nuevo no encontró el detonante de la bala, el señor de las gafas se escapó de nuevo de la muerte anunciada.
Así lleva unos meses jugando, a expensas de que en uno de esos giros, el tambor se acomode donde la mayoría no quiere que lo haga, y entonces....
Hoy parece que de nuevo va a girar el tambor, y va a apretar el gatillo, ojalá el sonido que escuchemos sea clic de nuevo.

24 octubre 2017

ÉRASE UNA VEZ... LA LIBERTAD.

Érase una vez un pobre que pedía diariamente en la esquina de la calle Real del pueblo; todos los vecinos creían que no tenía ni para comer porque así lo proclamaba a boca llena; nunca mejor dicho a boca llena, esa que tenía comiendo a dos carrillos cuando llegaba a casa donde tenía el frigorífico repleto.
Érase que se era, una señora que clamaba a diario que tenía mucha sed, que se moría de sed, pero llevaba al cuello continuamente una cantimplora con agua limpia y fresca.
Érase que se era, uno que protestaba vehementemente por no poder dormir a las doce del día, después de haberse acostado a las diez de la noche.
Érase que se era, una chica que vi pidiendo en la puerta de la parroquia de la Anunciación de Sevilla, cuando de nuevo me di la vuelta para mirarla, conversaba por un iphone; no tuvo más remedio que marcharse.
¡Que mala es nuestra sanidad!, y tenemos operaciones, atenciones, consultas y tratamientos que en otros países mucho más desarrollados deberíamos pagar de nuestro bolsillo, e incluso endeudarnos para toda la vida por conseguirlos, y en los menos desarrolados ni te cuento.
¡Que mala es nuestra educación!, y tenemos enseñanza prácticamente gratuita para aquel que la aproveche; en otros sitios más poderosos, hay muchas familias hipotecadas de por vida para pagar los estudios universitarios de sus hijos, de los paises que menos tienen, ni hablamos.
¡Que malo es nuestro sistema de pensiones!, y hay millones de conciudadanos que perciben una pensión y jamás han cotizado para ello.
¡Nos están robando! El que esté libre, que tire la primera piedra.
Si algunos o algunas no tuvieran esa libertad que tanto pregonan que no existe, no serían libres  para expresarse libremente clamando que les ha sido expropiada.
Como diría Unamuno: El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando; y yo añado: el desprecio a los beneficios de los que disfrutas se cura careciendo un tiempo de ellos.
Aún así, todo es mejorable, pero  creo que para mejorar algo, primero tienes que tenerlo.
De las "cosas del querer" me pronunciaré otro día.



23 octubre 2017

¿COMO EN CASA?

Hay cosas que no tienen explicación; hay maneras, de los que vivimos en esta sociedad, que no tienen razón de ser; hay situaciones en las que los espejos desaparecen siendo obviados y nos comportamos  de una forma contraria a lo que lo hacemos normalmente con nosotros mismos; quizás porque no nos atrevemos a hacerlo cara a cara, o no tenemos la costumbre de realizarlo en nuestra propia casa.
No eres capaz de enfrentarte cara a cara a quien abusa de ti, y pones como un trapo a un árbitro de fútbol arropado por esa masa que te encubre.
Seguro que cuando paseas a tu perro, no paras al lado de las ruedas de tu coche para que haga “pipí”, lo dejas para que lo haga en otro coche.
Cuando fumas no tiras las colillas en el suelo de tu casa, ¿O sí?
¿Y los papeles y cáscaras?
Normalmente, cuando enciendes una luz en casa, la apagas para ahorrar; pues en la mayoría de los servicios públicos: bares, supermercados, restaurantes, etc. normalmente las luminarias siempre están encendidas y es porque alguien se las dejó así.
Si encuentras un arañazo en la puerta de tu coche abominas del que te lo hizo  y se largó; después eres tú el que huyes tras romper el retrovisor del que estaba aparcado al lado tuyo.
Te emberrinchas cuando alguien se ha quedado con tu dinero queriendo, o sin querer, pero tú no devuelves lo que te han dado de más.
Echas demonios por la boca cuando se te cuela un coche en la cola  donde esperas, pero de vez en cuando tú también te entremetes.
Criticamos continuamente al vecino de enfrente, o al de al lado, y seguimos sin ver la viga en nuestro ojo.
En fin, en la calle y con otras personas, actuamos la mayoría de las veces, de forma diferente a como lo haríamos en casa o con nosotros mismos; y lamentablemente así nos va.


18 octubre 2017

VÍCTIMAS.

Parafraseo a mi amigo y magnífico escritor Andrés Pérez Domínguez y su libro “El violinista de Mauthausen” que dice:
En París, una pareja está a punto de casarse en la primavera de 1940, pero la Wehrmacht invade Francia y él, republicano español exiliado, es detenido por la Gestapo y enviado al campo de exterminio de Mauthausen. Ella colaborará con los servicios secretos aliados, dispuesta a cualquier cosa para salvar la vida de su prometido. 
Se tilda a algunos como presos políticos cuando miles y miles de ellos, de ambos bandos, pagaron con su vida su condición de preso político; el protagonista de esta novela también fue preso político, como otros muchos, en campos de concentración europeos. Acusan de represión brutal a la actitud de las fuerzas de seguridad del estado de hace unos días, ni idea de las represiones de los “grises” de no hace tantos años; el terrorismo también es otra cosa y si no que le pregunten a las últimas víctimas del atentado de Barcelona.
El otro día vi una foto de una multa de 30 pesetas por estar a menos de diez metros de un guardia civil.
Es necesario un acto de concienzuda reflexión, muchísimas de las personas que hoy en día vivimos en este país no tenemos, y me incluyo, ni idea de lo que es pasarlo mal, estar en tensión todo el día, el miedo de salir a la calle, el pánico a que llamen a la puerta (en ambos bandos) al caer la tarde, incluso a reunirse más de tres personas en la calle; no sabemos lo que es trabajar duro  físicamente por un mendrugo y un poco de tocino de sol a sol; no se recuerda lo que era vivir sin internet, casi sin juguetes, sin comida, pasando hambre, pagando al médico para que te cure, sin pagas de jubilación, sin agua corriente, sin váter, y un sinfín de cosas más.


Hoy, penosamente, todos y todas somos víctimas de todo; protestamos por todo, llevamos la razón en todo, lo hacemos todo bien (y si nosotros lo hacemos bien, tiene que haber alguien que lo haga mal). Todos y todas somos hoy en día víctimas de nosotros mismos, víctimas de nuestra reducida memoria histórica, víctimas de nuestra prepotencia, e incluso diría más; hay muchos, muchos y muchas que usurpan hasta la condición de víctimas y se quedan tan panchos.

12 octubre 2017

ALMA EMPAPELADA.


Me ruboriza esa mirada despistada, esa sonrisa mudada con la que nos habláis; escondéis la luz de vuestros ojos, esa que puede delataros, con unas gafas brillantes y escrupulosamente limpias, en las que se refleja la luminosidad del ambiente que os rodea en cada momento.
Cuando os dirigís a mí directamente, las persianas de vuestras pestañas o el cierre de vuestros párpados, no me dejan ver cómo son las pupilas; balbuceáis metáforas; las hojas volátiles, que en buena medida os escriben, esos guiones  que os limitáis a interpretar, tienen mucho de novela de aventuras, de relato histórico novelado, de drama de amor y odio; más odio que amor en casi todas las páginas.
Seguís titubeando, zozobrando mi alma y la de millones de personas; vuestros oídos parecen como taponados por una cantidad ingente de papeles que se interponen, entre lo que dicta vuestro corazón y lo que articula vuestra boca; y no me quiero ni imaginar lo que escondéis en lo más recóndito de vuestro ser, en esa caja donde se guardan los más bajos sentimientos, las más bajas pretensiones, donde todos “atesoramos” nuestros más bajos deseos: el poder, el ansia, el dinero, la violencia, la venganza, el odio, etc. etc.
Es un juego, en el que interpretáis vuestro papel; igual que los futbolistas en el fútbol, os decís: perros judíos, hijos de puta, la concha de tu madre; y al final cuando acaba el partido, saludos, abrazos, negocios juntos, bodas y todas esas cosas.
Os escondéis detrás del traje, de la corbata, de la ideología, de la camiseta, del vaquero, de la coleta, del vestido de chaqueta, de lo que digan las bases, de la sudadera; pero nunca, nunca en público, habláis ni una puta vez sin contar mentalmente los votos que podéis  perder o los escaños que deseáis conseguir.

Eso es cambiar vuestra alma por papel, conlleve lo que conlleve ese papel.

10 octubre 2017

ESTO ES LA VOZ.


Hay momentos, quizá demasiados, en los que te sientes dañado por tí mismo, o por tí misma, miras en el espejo y este refleja: que has perdido el pelo, que se está volviendo blanco, que tienes una o dos o tres arrugas más, que se te han caído los pechos, que los abdominales  se convierten en uno y este se va descolgando progresivamente, que los pelos nacen y crecen donde no quieres,  que has puesto algunos kilos, etc. etc. Para qué os voy a contar si todos y todas sabéis a lo que me refiero. Esas sensaciones que te hacen decir: ¡Que fea o que feo estoy!
Entonces... 
Empiezas a odiar al espejo, asomas a la puerta del baño a escondidas, queriendo pasar como de puntillas por el trámite de peinarte o arreglarte a diario, te atusas el pelo con la luz apagada, solo con el reflejo luminoso del pasillo, te vistes y te miras de arriba hacia abajo pero no de frente; todo eso pasa por no actuar como los concursantes de "La Voz".
Cuanto te presentas a concursar en "La voz", tú ya debes de ser  consciente de que vales, de que estás preparado o preparada para ello; después se podrán dar la vuelta o no, te podrán aceptar o no, pero siempre a expensas de lo que expreses delante del micrófono, nunca del aspecto que presentes en la prueba.
Y con todo y con eso, puedes no gustarle a ninguno de los cuatro jueces y ninguno pulsará el botón rojo; aunque después intenten minimizar el fracaso que para tí supone.
Pues es la táctica que debes seguir, si eres consciente de que vales, de que eres auténtico o auténtica, no hay porqué mirarse al espejo, una cortina que lo tape, y una cita a ciegas con el destino.


09 octubre 2017

JOHN LENNON Y LA INDEPENDENCIA.

Hoy hubiera cumplido setenta y siete años, si la vejez lo hubiera respetado y si un descerebrado no le hubiera disparado hasta en cinco ocasiones, hace ya treinta y siete navidades.
Anoche soñando, me imaginé que este músico, poeta, “filósofo” y pacifista aún vivía, y lo hacía en nuestro país; soñé que había tenido la osadía de hacer un comunicado para el tema que ocupa nuestro día a día, y que opaca el resto de los graves problemas a los que nos enfrentamos.
Ese comunicado diría así:

Habéis // nacido en una prisión// (born in a prision) esa que representa vivir donde vivís; de pequeños, la mayoría habéis sido un // niño bonito// (beatiful boy) sin conocimiento de lo que se os venía encima; al nacer, vuestras madres rezaban y os salmodiaban: //Dios te bendiga// (bless you) para pedir que tuvierais una vida linda, para que triunfarais en vuestros proyectos de futuro y os educaron para ello.
En el transcurso del tiempo //un día en la vida// (a day in the life) te encaprichaste con //el noveno sueño// (# 9 dream) que tuviste, prometiendo que ibais a //venir juntos// (come together), pero se dieron cuenta y te avisaron: //no puedes comprarme, amor// (can´t buy me love).
Revelas progresivamente hacia donde te diriges, y te lo han advertido seriamente : ¡No me dejes! (don´t let me down)
Pero ya es tarde, ¿No?, ese //amor// (love) que os procesábais se ha enconado y ahora mismo duele demasiado.
//Imagina //(imagine) un país sin fronteras, imagina que no existe el dinero, el poder y muchas más cosas que nos enfrentan y //demósle una oportunidad a la paz //(give peace a chance), has de ver que //todo lo que necesitas es: amor// (all you need is: love); amor entre hermanos, vecinos, compañeros de trabajo, paisanos y todos los habitantes de la comunidad.
Lo más coherente sería: archivar todos los acuerdos, los papeles, borrar las conversaciones, los insultos, las agresiones verbales y físicas, los vídeos, las paparruchadas que nos hemos dicho,  y //con un poco de ayuda de mis amigos (with little help from my friends) iniciar vuestra relación desde un principio //como si empezáramos de nuevo// (just like starting over).

“La vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer otros planes”. 

Signado y rubricado hipotéticamente por John Winston Ono Lennnon en el día de su 77 cumpleaños.

¡Ojalá fuera cierto! ¿No?

Por lo menos sed felices.

03 octubre 2017

SIETE OJOS CON LOS VALIENTES.

Pasan con sus bicicletas por donde les da la gana, no por el carril bici, sino por las aceras, pasos de peatones, jardines, etc. ellos son muy "valientes" porque infringen las normas de circulación y no les da miedo; lo mismo que son "valientes" los que aceleran cuando el semáforo se pone en rojo y se lo pasan. Son también muy "valientes" los que van en moto en zig-zag de un lado a otro de la carretera como si fuera el único vehículo que circula por ella. "Valiente" es el que se enfrenta a la ley para desobedecerla, e insulta a los que la cumplen respaldado por la turba. "Valiente" el que engaña continuamente a su pareja; "valiente" es el que tiene la valentía de mentir, quedarse con lo que no es suyo, meter a un pueblo en una espiral que tiene difícil salida; "valientes" los que arengan a una sociedad a la ruina y al enfrentamiento entre vecinos y familiares sabiendo que, a él, no le va a pasar nada; "valiente" el que se toma dos o tres copas y coge el coche, "valiente" es el que te atraca con un arma en la mano, "valiente" el que atenta contra la vida de muchos cogiéndolos por sorpresa, por la espalda; "valiente" es el que te insulta amparado por muchos que lo arropan y lo encubren.
Valiente...
Ser valiente es otra cosa, y para muestra solo un botón: viudas con más de cuatro hijos que los sacaron a todos adelante sin pagas, ni ayudas, ni Cáritas, ni leche "migá", esas sí fueron VALIENTES con mayúsculas.
Con los "valientes" lo que hay que tener son siete ojos; a mí con el casi medio ojo que me queda, me va a resultar más difícil.

02 octubre 2017

COCA COLA PARA TODOS.

Hoy abro esta página de reflexión como en otras ocasiones, parafraseando al famoso anuncio de la Coca Cola que tantas veces hemos visto:
Para los de CDC para los del PSOE, para los ERC, para los del PP, para los que simulan heridas y las suben a las redes sociales, para los que han sangrado de verdad, para los que les duele el corazón; para los de ACN, los de CIU, los que iniciaron, para los que se quedaron absortos, para los de AMI los de Ciudadanos, para los de PDcCat, para los de Podemos y asociados, para los de patatín y los de patatán; para los que han utilizado a niños como escudos, para los que los han protegido, para los que han votado muchas veces, para los que no lo han hecho; para empresarios y empleados-clientes, para los catalanes que quieren seguir siendo españoles, para los españoles que quieren que sigan estando con ellos los catalanes; para los que viven allí y son del resto de España y para los de allí que viven por aquí; para los que se quieren ir, para los que no los dejan quedarse; para los Mossos, para los que se chulearon, para la Guardia Civil, para los violentos, para la Polícia Nacional, para los radicales que vinieron del resto de España y de Europa a provocar; para los de: ¡A ver si hay cojones de no dejarnos votar!, para los de: ¡A por ellos!; para los que han estafado a los de buen corazón (como tantas veces), subiendo fotos falsas y falsas declaraciones para violentar aún más al personal, para los que se han dedicado, dentro de la poca difusión  que tienen sus comentarios, a intentar hacer reflexionar a los descerebrados; para unos, para otros, pata ti y para mí:
LOS SERES HUMANOS TENEMOS LA MALA COSTUMBRE DE HACER LAS COSAS, SIN PONERNOS EN EL LUGAR DE LOS DEMÁS.
ASÍ NOS VA, Y ASÍ LES VA A LOS DEMÁS.