No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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24 abril 2016

¿PARA QUÉ TANTO GUARDAR?

Después de compartir con mi familia de Villalba del Alcor la tarde noche de ayer; regresando a casa, me vino a la mente una reflexión...
Tenemos la costumbre de guardarlo todo; guardamos fotos desde pequeños, guardamos vídeos, guardamos libros, guardamos ropa, guardamos recuerdos, guardamos dinero, joyas (buenas o de bisutería), guardamos o queremos guardar a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestro amigos; lo queremos guardar todo.
Nuestros muebles, nuestros platos, nuestros vasos, etc. etc. querríamos guardar hasta nuestra propia vida; pero eso no es posible.
Creo que el secreto, no es guardar; al final, y eso es una ley inexorable, todo lo que has guardado se quedará aquí; el secreto está en dar.
Dar fotos a los demás contigo, cosas que le hagan a otras personas recordarte, mejor que te deban dinero a que debas, acompañar a tus hijos cuando disfrutan, y también a tus padres, disfrutar con tus amigos, y guardar poco. Eso que des, será lo único que quede aquí en el corazón de los que lo reciban. Ahora si, diferenciando dar de tirar o de regalar.
Mis primos de Villalba y sus padres se dan, y por eso, hacen felices a los que los rodean.

SÉ LO QUE ES.

Sé lo que es, lo llevo viviendo durante cinco años, y estoy muy mermado a la hora de muchas cosas; bien sea dicho, que yo tengo golpeado ambos por varias "cornadas" en las retinas, uno bastante más que el otro, pero la sensación de distorsión de la realidad debe de ser muy pareja a la de usted.
Sé lo que es, intentar alcanzar cada día un poco más de "vicio",(como decíamos de chicos cuando jugábamos muy bien al futbolín, o al billar), para hacer las cosas sin distinguirlas todo lo bien que los demás las distinguen, y que no se note nada.
Sé lo que es, tardar un mundo, en hacer una tarea que antes hacías en un abrir y cerrar de ojos.
Sé lo que es, servir el agua, vino o cerveza muchas veces en el mantel de la mesa, fuera del vaso.
Sé lo que es, no saber donde termina la acera y empieza la calle.
Sé lo que es, no distinguir con una rapidez prudentemente segura los coches y peatones que te puedas encontrar circulando.
Y como sé lo que es, por eso lo valoro mil veces más de lo que lo puedan valorar las personas que no lo saben.
Maestro, Juan José Padilla, ayer lloré con usted, hoy lo he visto de nuevo y se me ha erizado la piel, no quiero valorar nada de su tarde taurina (aunque sea gran aficionado), esa valoración no me corresponde; lo valoro a usted por su coraje, su riesgo, su valentía, su arrojo, su trabajo (seguro que más que otro torero cualquiera, eso también lo sé) y su dedicación.
Me quito mi imaginario sombrero y pido las orejas y el rabo de la vida para usted. ¡Chapeau!
Ah, y sepa, que sé por qué lo hago.

SIN ÁNIMO DE MOLESTAR.


Sin ánimo de molestar a nadie en cuestiones religiosas, pero la Biblia, (solo como libro de lectura), no tiene desperdicio.
En el nuevo testamento, hay un pasaje que, cada vez más, es aplicable a toda esta maraña institucional que llamamos democracia.
Juan 8, 1.11 
"Y Jesús se fue al monte de los Olivos, por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio; y en la ley, Moisés nos mandó apedrear a tales mujeres; tú, pues, ¿qué dices?
Mas esto decían tentándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en la tierra con el dedo.
Y como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de entre vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella."
Pues eso; buen fin de semana.

10 abril 2016

EN ESTADO DE GRACIAS.

Estoy en estado de gracias.
No, no me he equivocado, lo he escrito en plural adrede.
Todos deberíamos estar en estado de gracias, unos más y otros menos.
Gracias por mis hijos, gracias por mi madre, gracias por mis hermanos, por mis amigos, mis compañeros; gracias por la vida, gracias por la más o menos buena salud, gracias por tener cama donde dormir, techo donde cobijarme, plato donde comer y comida para llenarlo; gracias, porqué no, por poderme tomar una cerveza de vez en cuando, gracias por ser autosuficiente, gracias por oir, gustar, oler, tocar y medio ver; gracias por llorar, gracias por reír, gracias por poderme levantar cada mañana, y gracias, cómo no, por tí.
¿Veis como podemos decir casi todos que estamos en estado de gracias, y no me equivoqué al ponerlo en plural?
Gracias por este sábado, sed felices.

06 abril 2016

QUERIDA AMIGA.

Querida amiga:
Bueno, eso de amiga…, mejor, debería decir, conocida a secas.
Si bien, has estado conmigo en algunas ocasiones, y con mis amigos y conocidos; ellos me dicen y yo afirmo que eres esquiva. Haces acto de presencia, pero te marchas muy rápidamente, demasiado rápido diría yo.
No sé por qué eres tan reacia a quedarte un largo tiempo con tus amigos, creo que no te cuesta trabajo; pero hija, no puedes evitarlo, cuando más a gusto se está contigo, antes te evades.
Siempre que nos visitas, hay algo que molesta tu presencia; me invade la duda, pero nunca que tomamos café, podemos disfrutar plenamente de una tarde contigo; algo o alguien viene siempre para amargar un poco o un mucho el café.
Un día, una buena amiga, (mana, para más señas), que tiene una gran sabiduría, me confesó el secreto; que siempre estás, pero no te vemos o no te sabemos ver.
Para mantenerte a nuestro lado, debemos buscarte más que esperar que llegues; pero buscarte no solo a lo grande, también en lo pequeño, en el día a día, en lo más insignificante, en lo que menos esperas, en el sitio o con la compañía más rara, en lo cotidiano; y principalmente en nuestro espejo, dentro de nosotros mismos.
Ah, y muy importante, presentándote a los demás para que puedan disfrutar de tu compañía.


01 abril 2016

MIEDO, TENGO MIEDO.

Todos tenemos nuestros miedos, unos a unas cosas y otros a otras; siempre tendremos miedo, es innato en el ser humano; y el, o la que diga que no tiene miedo a nada; miente como un bellaco.
Conocí a un torero de los llamados valientes, que no podía dormir solo, y a otro que le daban pánico las cucarachas.
No por eso eran unos cobardes, ¿o sí?
Para mí ser un valiente, valiente anónimo, es el que tiene el coraje de enfrentarse a sus miedos y afrontarlos, aunque siga teniendo después los mismos miedos.
Y dejo solo una reflexión:
¿Quién es más valiente?
¿El que no tiene miedo de las agujas y estira sin temor el brazo para que le saquen sangre; o el que le tiene pánico a los pinchazos y a su vez también alarga el brazo y aguanta sin desmayarse la picadura de la aguja?
Tener miedo o respeto a algunas cosas, no se puede catalogar de cobardía, la cobardía es otra cosa... Si no sabes lo que es, mira a tu espalda, alguien te la habrá enseñado ya.