Sin ĂĄnimo de molestar a nadie en cuestiones religiosas,
pero la Biblia, (solo como libro de lectura), no tiene desperdicio.
En el
nuevo testamento, hay un pasaje que, cada vez mĂĄs, es aplicable a toda esta
maraña institucional que llamamos democracia.
Juan 8,
1.11
"Y
JesĂșs se fue al monte de los Olivos, por la mañana volviĂł al templo, y todo el
pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Entonces
los escribas y fariseos le llevaron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron:
Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio; y en la
ley, MoisĂ©s nos mandĂł apedrear a tales mujeres; tĂș, pues, ¿quĂ© dices?
Mas esto decĂan tentĂĄndole, para tener de quĂ©
acusarle. Pero JesĂșs, inclinado hacia el suelo, escribĂa en la tierra con el
dedo.
Y como insistieron en preguntarle, se enderezĂł y
les dijo: El que de entre vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la
piedra contra ella."
Pues eso; buen fin de semana.
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