La
vida, es un camino excepcional; duelen los pies de tanto andar, te clavas
piedras en el recorrido, algunas se te meten dentro del calzado (te quitas el
zapato y las retiras), observas un lindo paisaje (aunque algunas veces hay
tormentas, viento, y frío); escuchas cantar a los pájaros (otras veces tienes
que salir corriendo de los cuervos); te encuentras a caminantes que te saludan,
que te acompañan en el camino y te hacen el recorrido mucho más ameno (aunque
algunos sea para robarte, incluso hasta la felicidad); en algún momento te
sientas a descansar para coger aliento y hay buenos samaritanos que te traen un
poco de agua fresca para que puedas continuar; eres el que toma las decisiones
de los ramales por donde caminar y normalmente no haces caso de los caminantes
mayores que conocen los caminos. En suma, hasta que no llegues al escarpado
risco donde termina el sendero, tu camino sigue y tú debes seguir caminando. Porque para el caminante no hay camino, hace su camino al andar.
Escuchad la canción aquí.