No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

21 septiembre 2018

GIMNÁNIMA.

En el gimnasio podemos encontrar muchos tipos de ejercicio para fortalecer el cuerpo y eliminar las toxinas y grasas que tiene, como por ejemplo: press militar sin barra, battle rope, press con mancuernas y agarre supino, press Z, elevaciones laterales con mancuernas; también puedes hacer spinnin, cinta de andar, elíptica, remo, en fin todo un salón lleno de aparatos para ejercitar el cuerpo. Además, para mantenerlo esbelto, hay que seguir una de las dietas equilibradas que circulan por los endocrinos, por  doctores del peso, o simplemente por internet: el café solo, una pieza de fruta, verdura, lechugas, etc; la dieta del huevo duro, comer despacio... en realidad solo es una lucha sin fin por mantener bello y sano nuestro cuerpo; que al fin y a la postre será incinerado o enterrado y desaparecerá para los restos.
Por eso...
¿Cuándo vamos a llevar al gimnasio a nuestro alma?
En ese gimnasio se ejercita: la caridad, la humildad, la amistad, el amor, el cariño, el compañerismo, el bien hacer, la bondad, y tantos de miles de ejercicios para fortalecerla, todo en un espacio tan reducido como un puño, no hacen falta grandes salones; también se podría hacer un poco de dieta para el alma: dejar de usar la envidia, el genio, la mentira, la violencia, la revancha, el ansia de poder, y tantas cosas que mal-engordan nuestro alma.
Es más coherente ejercitar el alma que el cuerpo; el cuerpo es solo pasajero, el alma es eterna, por lo tanto deberíamos de cuidarla mejor.
A ver si hacemos un poco de “gimnánima” porque falta hace.

CIUDADANOS CELESTES.

En poco tiempo he tenido que pasar por el tanatorio varias veces,  teniendo una sensación muy extraña, quizás ahora sea así, porque veo las cosas de muy diferente forma a como las veía antes, literal y simbólicamente.
Una habitación abierta al público con un cristal que amuralla(como diría mi amigo Rafael Espina) a la vida de la muerte; detrás del cristal no hay nada, aunque un colorido extremo te deslumbre los ojos, todo es efímero, tan efímero como pueda ser una vida.
Flores y verde con lazos y letras doradas, con frases de olvidos y recuerdos que al final desaparecen, vela simulada con luz eléctrica haciendo de Luz de Dios, que cuando todo termine se apaga;  crucifijo de plástico y caja de madera que más tarde (cementerio) o más temprano (crematorio) se esfumarán también; y por último una figura de barro (por lo de polvo eres...) con los ojos cerrados, durmiendo ya en eternidad, que por supuesto, también desaparecerá.
En la otra parte del cristal, es donde está la vida, delante del cristal es donde vive de verdad él, o la que duerme tras la luna.
En el amor de la familia, en el cariñoso recuerdo de sus amigos, en el respeto de los que la, o lo apreciaban.
Ahí es donde realmente reside la vida eterna, detrás del cristal, y mirando con los ojos de la realidad, todo lo que hay desaparecerá.
Todos somos ciudadanos censados en un mismo universo, (lo decía el otro día Juan Jimena) aquí solo estamos con un permiso de residencia, con un permiso de trabajo, todos somos inmigrantes en este mundo, y cuando este permiso caduque, más pronto o más tarde, no tendremos más remedio que volver al país donde estamos censados, de donde vinimos. Todos somos ciudadanos celestes.

LOS PERROS Y LAS PULGAS.

A los perros no les crecen las pulgas por una mutación genética, ni por una derivación del pelaje, los perros tienen pulgas porque se pasean por donde las hay, o porque se codean con los que las tienen, y evidentemente esos bichos "saltarines" van de uno a otra o viceversa.
Si te juntas con gente que hace cosas ilegales, probablemente te salten encima sus pulgas, si te codeas con engañifas que hacen de la mentira el alimento de su entrañas, pues seguramente serás uno a los que, más temprano que tarde, le salten encima esas pulgas; si flirteas con los indecentes, serás invadido por pulgas indecentes y si te reúnes con mentirosos probablemente te ataque la pulga de la mentira.
El que tiene un perro en casa, si éste no va con otros perros que tengan pulgas, lo más probable es que no las tenga nunca, y si tiene que ir porque no tiene más remedio, deberá  guardar la distancia de seguridad necesaria anti-pulgas para no pillarlas.
El perro que acapara pulgas de varios tipos de perros, al final acaba consumido por ellas.
Por ello, al perro que no es elato, soberbio, prepotente, que no es tan fuerte como los otros, y se acerca a donde no debe o se junta con quien no tiene que juntarse, al final todo se le vuelven pulgas.
¿Por qué no?. Otra forma de interpretar el refrán.

MEMORIA PROSPECTIVA.

Los que más o las que menos rondan por mis años, seguramente estarán de acuerdo conmigo en esta reflexión; tenemos una memoria de elefante a la hora de recordar momentos de nuestra infancia, recordamos al detalle, con pelos y señales, todo lo que ocurrió hace ya demasiado tiempo, diría yo.
Pero cuando llega la hora de acordarse de lo que comimos ayer, "chungo"; no recordamos si fueron garbanzos, pollo, habichuelas o yo que sé...
¿Qué leches comí yo ayer? Nos preguntamos frecuentemente.
A mi por lo menos me pasa con asiduidad, la memoria retrospectiva me funciona de maravilla, lo que es la de ayer, regular; pero la memoria prospectiva, que es la que nos permite recordar acciones que hemos de realizar... ufff.
No quiero ni decirlo.
He tomado la decisión de apuntarlo todo en una agenda, desde las citas del médico, a cuando he quedado para tomar café; desde el cumpleaños de alguien al que no puedo faltar, al inicio de las vacaciones; desde las tareas que tengo que hacer en un día, hasta lo que se me ocurre en un momento determinado para escribir; todo lamentablemente lo tengo que tener anotado, pues si no, hasta una simple cosa que tenga que comprar, se me olvida; (ahora sí, siempre me acuerdo de ella cuando voy camino de casa volviendo del supermercado).
Mi querida madre, hace tiempo que dejó de tener memoria prospectiva, y por eso tiene todo el almanaque cuajado de papelitos amarillos,  con lo que tiene que hacer, pinchados con un alfiler en el día correspondiente.
Y yo le decía...
- ¡Mamá hay que ver cómo tienes el almanaque de papeles!
Pues anda que si ahora viera mi agenda, me daba con ella en la cabeza.

TRASPLANTES.

Hace unos pocos días vi un reportaje en la televisión en el que un niño lloraba desconsoladamente, lo cogió en brazos una señora mayor, y nada; una chica joven tampoco, un abuelo, un hombre, una señora madura, nadie podía consolar al pequeño.
En esos momentos entró en escena un joven, se acercó al bebé, y lo acunó en sus brazos y seguía llorando; pero al acercárselo al pecho y apoyar la cabeza del chico cerca del corazón, el niño, se asombró por un  momento, pero enseguida cerró los ojos y se serenó.
Cuenta el vídeo que la madre murió en el parto, y que el joven, que consiguió hacerlo callar,  fue el receptor del corazón de esa madre.
No se si esta historia ha sido real, o si bien ha sido una escenificación emotiva para concienciarnos de que debemos donar nuestros órganos, que una vez que ya no estemos aquí, a nosotros no nos sirven para nada, pero sí pueden salvar la vida a varias personas.
En esta situación probablemente se viera a menudo inmerso D.José Pérez Bernal, que fuera coordinador de trasplantes, y del que me quedo con una de sus frases:
- Los trasplantes dependen de los sentimientos más nobles.
Seamos más nobles con nuestra sangre roja que cualquiera que la tenga azul, y hagámonos donantes de vida; bueno, haceros, porque yo ya lo soy.

EL DIABLILLO ROJO.

Hace tiempo escribí sobre esto...
¿Recordáis en los dibujos animados de antes, cuando aparecía un angelito celeste en un hombro y un diablillo rojo en el contrario de la mujer, o del hombre que estaba pensando en tomar una decisión, o una actitud ante algo? En aquel momento dije que ganaría quien él o ella quisiera que ganase, pues...
Aunque venza en la batalla de la decisión a tomar, o del camino que coger, o de la actitud que seguir, aunque el angelito celeste se haga más grande hasta hacer esfumarse al diablillo rojo, éste no desaparece nunca, se abochorna, se agacha y se oculta.
Pueden pasar muchos días, meses, años o el resto de una vida en los que prevalezcan las decisiones del angelito celeste y en los que, por ende, el diablillo rojo permanezca oculto, y lo más probable es que creamos que ha desaparecido, que ha dejado de estar en nosotros, pero nada más lejos de la realidad; el diablillo rojo, cuando crea que es la hora de aparecer, cuando sienta que alguien lo llama haciendo a su amo sufrir, haciendo daño a su amo o a los que quiere su amo, hará su acto de presencia, y entonces...
Por ello deberemos de estar siempre alerta, continuamente vigilantes con todo y con todos, porque ese diablo que todos llevamos dentro, unos más adentro que otros, en cualquier momento le puede aflorar a cualquiera y comerse de un bocado al angelito celeste.
Y eso, la verdad, sí tendría mucho peligro.

BICICLETAS PARA EL VERANO.

Cuando voy andando por la calle, me acuerdo muy a menudo del título de la obra de teatro de Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano.
Bueno, deberían ser, y así tendríamos seis meses de tranquilidad los peatones, y más los que como yo, ven bastante poco.
Deberían ser para el verano, pero no, no va a caer esa breva, son para todo el año, y no digo que no sea bueno que se vaya en bicicleta durante todo el año, es bueno, saludable y muy ecológico; pero el verdadero problema es: Cuándo, cómo y por dónde se monta en bicicleta.
Una bicicleta, al ser un vehículo, porque no creo que podamos calificarla de ser vivo, aunque nos imaginemos a un "centauro rodador"; como digo, la bicicleta es un vehículo, y como tal debe circular por donde le indica el código de circulación: Calles, carril determinado para ello, caminos, campo a través y carreteras nacionales, nunca autopistas.
Entonces ¿Qué coño hacen a toda velocidad por una acera?
¿Por qué cruzan los pasos de peatones montados en ella esquivando a los peatones, en vez de andando y llevando la bicicleta a pie?
¿Cómo es que pueden circular en contrasentido, o en contra mano como también se dice?
En fin, esto es, como siempre, clamar en el desierto, porque lo que hay es una falta extrema de ciudadanía. (Como siempre no se pondrá freno hasta que no pase algo grave)
Esto no quita, que los que no guardan las distancias, o circulan hasta las cejas de todo, dejando a ciclistas en la carretera muertos o heridos, no paguen por el daño realizado. Cada cosa es cada cosa.

EL FINAL DE LA GUERRA.

Muchas veces me pregunto: ¿Cuándo termina una guerra?, ¿finaliza cuando se firma el tratado de paz, o el tratado de rendición, o el de  no agresión, cuando lo proclama el vencedor, o realmente no termina?
No puedo opinar sobre ello, porque gracias a Dios no he tenido que vivir ninguna; pero hay tanta gente en el mundo que las han vivido y las viven, incluyendo mi país...
Lamentablemente por aquí hay unas y otras "guerras", "guerras" en las que a los adversarios se les llama enemigos, "guerras" en las que los hermanos, familiares y amigos se enfrentan a diario con disparos dialécticos, muchos de fogueo, porque faltan a la verdad; pero hoy en día, las balas de fogueo hacen incluso más daño que las de plomo; "guerras" que acaecen por los males que contagian al nuestro orbe los  que hemos elegido para que saquen a nuestro país adelante; "guerras" de títulos, de leyes, de dinero, de corrupción, "guerras" del ¡Pues tú más!, ¡Pues vuestro partido mucho peor!
La vida política y social de una comunidad no debe de ser una continua guerra, no somos enemigos; y aunque lo fuéramos, siempre será mejor levantar el pañuelo blanco y parlamentar, que matar a nadie por el simple hecho de ser del otro bando.
Para terminar esta reflexión me remito a las palabras del gran Napoleón I (Bonaparte) Premier Consul, Emperador de Francia, Copríncipe de Andorra, Protector de la Confederación del Rhin, y ante todo, General y gran estratega:
-En política hay que sanar los males, jamás vengarlos.
¿Cuándo se acabarán las guerras? Pero todas y las de todo tipo.

IN MEMORIAM.

Querido amigo:
Creía que solo padecías lo mismo que padezco yo, que tus retinas habían dicho basta, pero mi inocencia me ha engañado de nuevo; pensé que después de verte hace poco por la "calle de los escalones", donde hablamos, y te dí consejos para el problema de la vista, la cosa iría a mejor, o como te comenté, que no vaya a peor. Bien sabías que iría a peor en otras cosas, pero nunca pensé que serías el siguiente en desaparecer de nuestra foto de comunión, aquella con el Cardenal Bueno Monreal y el hermano Fernando en el colegio de los Maristas y de la que ya faltáis algunos.
Ayer le comentaba a Charo cosas tuyas... por ejemplo: fuiste de los pocos que  nos juntábamos en aquellos tiempos, que terminó una carrera universitaria, la mayoría empezamos muy jóvenes a trabajar, de tal palo...(lo digo por tu hija)
También le dije que cada vez que me subía a cantar el "twist and shout" con Enrique y su banda, era un verdadero orgullo tener un fan incondicional desde hace más de cuarenta años como tú, el amigo Lázaro, Guillermo y algunos más, siempre os tendré una consideración extrema.
Cuando se fue mi amigo Rafael Sousa, lo hizo vestido con su túnica de nazareno, esa en la que envolvió la cabeza rota de tu Cristo de la Vera Cruz; y tú, amigo Eustaquio, me ha parecido intuir que te vas vestido de una de las dedicaciones más bonitas y más comprometidas que has tenido en esta vida: Capataz de tu Virgen de la Piedad.
¡Come on, come on, my friend! alusiva estrofa de la canción de The Beatles, ¡Vamos, vamos amigo!, adelante, en busca de Ella, pero jamás abandones a tu familia a la que hoy dejas huérfana.
Que la tierra te respete, descansa en paz, y como te diría un gran capataz, como el que tú fuiste:
- ¡Eustaquio!, ¿Estás puesto??
¡Al cielo con Ella!
¡A esta es!

Eustaquio Florea López in memoriam.

10 septiembre 2018

UNA HERMANDAD.

Este último fin de semana, en el recinto ferial, no ha habido cultos, tampoco han lucido velas ni cirios, el ambiente no estaba perfumado de incienso, ni sonaba de fondo la marcha "Amarguras"; aunque Ella si estuvo presente.
Este último fin de semana, en el albero donde se aposentan las casetas en la feria de mi ciudad, no estaban los bancos de una capilla, ni el suelo  ha sido de mármol, ni las paredes de ladrillo en blanco, no ha habido altar, ni palio, ni se escuchó "Soleá dame la mano" pero Ella si estuvo presente.
Este último fin de semana, arropados por el albero, no vi los antifaces negros, ni las túnicas blancas, tampoco vi los zapatos oscuros ni lo peques con caramelos, ni bambalinas, ni candelabros de cola,   ni sonó en el ambiente "Soledad Sanlúcar te llora"; aunque Ella sí estuvo presente.
Bombillas por velas, olor a cocina por incienso, rock and roll por marchas, albero por mármol, mesas y bancadas por bancos de iglesia, lonas por paredes, mostrador por altar, todo se ha mostrado de forma diferente pero Ella siempre ha estado presente.
Porque Ella, sí que está presente donde se reúnen dos o más en su nombre, Ella ha susurrado a Dios, para que no ocurra ningún problema irresoluble, Ella ha insuflado fuerzas y ánimos a un grupo de chicos y chicas, porque todos los que estaban allí, trabajaban como jóvenes, tuvieran la edad que tuvieran, y aunque caminaran sobre una silla con ruedas.
Un trabajo enorme, perfectamente preparado y realmente bien desarrollado, ha hecho que la VI FERIA DE LA CERVEZA INTERNACIONAL de Sanlúcar la Mayor a beneficio de nuestra Hermandad, haya sido un verdadero éxito.
Este último fin de semana, en una parte de la Corredera donde se ubica la Fería, en una serie de casetas adosadas, ha estado durante tres días asentada una hermandad, lo que se ha vivido, cómo se ha vivido y quien lo ha vivido, no se puede calificar de otra forma: Haciendo Hermandad con mayúsculas; y si como al gobierno, cuando hace algo mal, se critica al presidente, desde aquí le doy la enhorabuena al hermano mayor Juan Gallardo para que la haga extensiva a todos y a todas.
Un abrazo y hasta el año que viene si Ella así lo precisa.

08 septiembre 2018

LA LUZ DE LA BUENA GENTE.

Si algunos irradian la luz a diario entre sus semejantes, esos son "la buena gente".
Esa buena gente te hace feliz cada "ratito" que estés a su lado, con una simple sonrisa, puede aplacar el oleaje de problemas que se debate en tu cabeza, siendo con eso suficiente.
Esa buena gente se ofrece a ayudarte sin buscar nada a cambio, sin ningún pago al contado o en diferido, y eso no se encuentra muy a menudo.
Buena gente que te abraza y te besa en un apretón solo por hacerte sentir bien, buena gente que incluso hace a veces de payaso para que difumines tu rictus de tristeza.
Buena gente que entrega su existencia a los más necesitados, comiendo, bebiendo, vistiendo y teniendo sus mismas medicinas, e incluso muriendo igual que ellos.
Buenas gentes que se limitan a encender su luz y hacerla brillar lo más alto posible para iluminar a todos los que puedan.
Todos tenemos dentro un trozo de nuestro ser con una etiqueta pegada donde pone: "Buena gente"; seguro, unos un pedazo más pequeño y otras quizá más grande, pero todos y todas tenemos aunque sea un atisbo de buena gente.
Por eso cuando la vida se ennegrece cegando nuestra visión, y por ello, la percepción de las cosas, siempre...
"Es mejor encender la luz que maldecir a la oscuridad". Magnífico proverbio árabe.

LA PERFECCIÓN.

Hay muchas personas que buscan la perfección, yo no voy a negar que a mí me gustan las cosas bien hechas, lo heredé de mi padre.
Siempre en mi vida he intentado hacerlo todo perfectamente, lo he intentado, pero seguramente nunca lo he conseguido.
Ni yo, ni nadie, nadie hace a la perfección nada, lo puede hacer bien, muy bien, excelentemente, pero perfecto...
¿Creemos de verdad que la perfección existe?
¿Hay alguien que pueda certificar que es perfecto?
¿Cuál es el nivel para llegar a la perfección?
No se, no se...
Por eso me suena fatal cuando escucho, por ejemplo:
- Esta es una mujer perfecta. O...
- Te has llevado al hombre perfecto.
La mujer, en todo caso, podría ser perfecta para tí, pero no para mí, porque yo no tengo ni tus gustos ni tu forma de pensar; lo mismo que la del hombre, ¿perfecto para quién?
Yo no quiero ser perfecto, prefiero cometer mis errores, equivocarme, de vez en cuando, hacer una cosa mal para tener la posibilidad de rectificarla, y así aprender.
La perfección, tengo la sensación que podría resultar aburridísima, caso de existir, por ello me voy a conformar para el tiempo que me quede  de estar por este barrio en ser un hombre... perfectamente imperfecto, y ahí me las den todas.

EL PLACEBO.

Hay muchas enfermedades, sobre todo influidas por la cabeza, por la concepción de las cosas, en las que el médico harto de probar muchas medicinas, le recomienda al paciente la panacea médica, un medicamento que seguro le va a hacer sentir mucho mejor...
Y le receta un placebo, que no es más que una sustancia que careciendo de por sí de una acción terapéutica, produce algún efecto favorable en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción.
¿Cuántos placebos nos tragamos a diario?
¿Cuántas pastillas sólo de azúcar nos endosan cada día en las noticias?
¿Qué cantidad ingente de píldoras sin efecto ninguno ingerimos diariamente?
Pues... España va bien, hay dinero para subir las pensiones, hemos salido de la crisis, estamos creando empleo y esto no se va a quedar ahí, vamos a ganar el mundial, ya se atisba la recuperación, vamos a subir el sueldo mínimo para que los trabajadores cobren más, el problema de Cataluña ya está atajado, el año que viene declararemos la independencia, si se da de alta en nuestra empresa de seguridad ya no le robarán, vamos a dedicar un porrón de millones a sanidad, a educación; cada día estamos mejor, cada día dominamos más tecnologías... y como cantaba la sintonía del programa del corazón dirigido por Amilibia: Bla, Bla bla y más bla.
¡Toma placebo!
Esta era su sintonía...

LA DICHA DE LA VIDA.

Para muchos, la dicha de la vida consiste en tener los euros suficientes para vivir de lujo sin tener que trabajar; eso es para una mayoría de los que tienen poco dinero.
Para otros, la dicha de la vida es tener una salud de hierro que le permita comer de todo y beber de todo lo que le venga en gana; eso sí, esto es para la mayoría de los que están bastante enfermos.
Otras personas tienen como la dicha de su vida, ser guapos o guapas, atractivos o atractivas, pelazo de cine, delgaditos y con un cuerpo magnífico; eso es para los que tienen poco pelo, están más bien rellenitas o rellenitos o son un poco “feotes”.
Todos deseamos, como dicha de nuestra vida, lo que creemos que nos falta, o lo que consideramos que necesitamos, o de lo que realmente escaseamos, y eso es así, y además no valoramos normalmente nuestras virtudes o lo que la vida nos regala.
Pero lo que realmente define la dicha de la vida para mí es esta frase de Thomas Chalmers (1780-1847), ministro escocés, profesor de teología, economista político y líder la iglesia escocesa:
"La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar."
El o la que no tiene nunca nada que hacer, ni quiere tenerlo;  el o la que no tiene nunca a nadie a quien amar, ni quiere que lo haya; y el o la que no espera nada de esta vida ni de  nadie...
¡Ni tiene dicha, ni tiene chica, ni tiene chicha,  ni tiene vida, ni tiene "na" (apócope vulgar de nada)!
¿Algo habrá que hacer no, digo yo?

APLAUSOS.

Recuerdo, por un momento, la película de Martin Scorsese: "El lobo de Wall Street", cuyo papel protagonista lo interpretaba Leonardo di Caprio...
Cuando ese chico arengaba a sus empleados a vender humo, timando a miles de personas, y hacia números de las gentes a las que habían engañado y los beneficios que les habían reportado, todos gritaban eufóricos y aplaudían como locos al Lobo, la mayoría "empolvados" de cocaína.
También se me viene a la memoria la película de Ridley Scoot, "Gladiator", cuyo papel principal fue de Russel Crowe; en el momento en que el emperador Cómodo baja el pulgar mirando a las masas, el gladiador vencedor remata al gladiador vencido; y la masa, inmersa en el circo romano, grita y aplaude desaforadamente la muerte del luchador.
Hoy día hay tantos que se sienten adulados por aplausos de personas que, muchas de las veces, están compradas por un bocata y un paseo en bus, como pasaba, no hace mucho, en la clac de los teatros, allí aplaudían los que cobraban para ello.
Si puedes ser aclamado hasta la saciedad, si te aplaude mucha gente al unísono, si corean tus palabras, tus canciones, tus regates, tus arengas, o incluso tus naturales; ten siempre presente que nunca debes presumir de ello en tanto en cuanto no sepas quien te estaba aplaudiendo.

LOS MEJORES.

Hace unos días recordaba al dúo Síndrome Clown cuando decían públicamente que si de lo tuyo no había nada, que habría que buscar en otro lado; que no servía de nada quejarse.
Toda persona que cumpla su cometido correctamente y que por mor de los compañeros, de los jefes, de una sucesión de imprevistos no tiene los resultados deseados, no quiere decir que no sea bueno, que no haga bien las cosas; y que  por supuesto no tenga el derecho a quejarse. Todo el mundo tiene derecho a la queja, máxime si eres bueno en lo que haces.
Pero lo que distingue realmente a los buenos de los mejores, es que mientras los buenos se quejan, los mejores se preocupan por adaptarse; frase de Ona Carbonell (Nadadora sincro, y ahora concursante de máster chef); y de esa adaptación de los mejores, supongo que provendrá la evolución, digo yo.
Pues si eso es así, y el ser humano evoluciona a través de los mejores, que son los que se adaptan...
No quiero ni pensar que sería de la humanidad si la evolución se sustentara en los malos, o si no, en los peores.
Hay que adaptarse a las circunstancias para sobrevivir, para seguir adelante, luchar con las armas que tengas, y si hay que evolucionar, se evoluciona; y que conste que evolucionar no debe estar reñido con el saber estar, con la honradez, con la lealtad, con la sinceridad, con la dignidad, con el humor; y por supuesto, con el amor.

LAS BREVAS Y LOS HIGOS.

Como todos sabemos los higos y las brevas son frutos de la misma planta la higuera; estas se pueden clasificar de muchos tipos atendiendo a distintos criterios. Por ejemplo según den uno o dos frutos al año.
Si dan dos cosechas al año se catalogan como higueras breveras, porque dan brevas a principios de verano, en junio o julio la primera cosecha; y después dan higos sobre finales del estío, en septiembre u octubre.
Por tanto, y como hemos podido comprobar, no es lo mismo que te digan que nos vemos de brevas a higos, a que te reclamen para verte de higos a brevas.
De la cosecha de las brevas a las de los higos hay tres meses y pico o cuatro meses, y desde la cosecha de los higos a la de las brevas hay aproximadamente ocho. Si bien las brevas que nos comemos al final de verano nacen en el otoño anterior cuando se acaban los higos, permanecen en el árbol madurando hasta principios del verano siguiente.
Hay mucha gente a la que vemos de higos a brevas, tantas que algunas veces se pueden enlazar a de brevas a higos cerrando el círculo de un año; y nos quedamos, y se quedan tan panchos.
A ver si nos vamos viendo más a menudo; de aceitunas a higos,  de higos a uvas, de uvas a naranjas, y así continuamente, porque no hay nada mejor que tener un amigo o una amiga y verlo, tomarse una cerveza o charlar con él o con ella aunque sea de higos a brevas.

LO SIGUIENTE.

Esta frase se repite una y otra vez en el vocabulario del día a día, y algunas veces, muchas, en los medios de comunicación hablados o vistos.
A mi particularmente no me gusta, porque me parece que utilizando esa coletilla para todo, hace que cada vez nuestro vocabulario sea más corto, eso sin contar cómo explicarán los traductores de nuestro idioma el tan traído y llevado "lo siguiente".
Lo siguiente de guapa es muy guapa, y su siguiente guapísima, y lo siguiente: un bombón, guayabo, y varios adjetivos más que se podrían decir.
Lo siguiente de tonto es muy tonto, y su siguiente idiota; lo que le sigue: gilipollas, imbécil, tonto del culo, y bastantes más que también son descalificarivos.
Lo siguiente de inteligente es muy inteligente, y su siguiente inteligentísimo; lo que sigue: un "cerebrito", un máquina y otros pocos de calificativos más.
Lo siguiente de rico es muy rico, y su siguiente riquísimo; después excelso, excelente, superior, y otro puñado de sinónimos.
Lo siguiente de trabajoso es muy trabajoso, y su siguiente arduo o muy arduo, y ya lo que seguiría sería: un coñazo, una pesadez, penoso, agotador y un ramillete de sinónimos más.
Por ello, me niego a terminar los calificativos o despectivos con esa coletilla, creo que de la otra forma nos entenderán mejor en el mundo, y en los pueblos de la lengua castellana.
Esto no es..., es lo siguiente; pues esta tampoco será la última entrada, espero y deseo que haya otra siguiente.

HACER PLANES.

Nos pasamos la puñetera vida haciendo planes, desde pequeñitos tramamos cosas; qué hacer, cómo hacerlo, para qué hacerlo.
-Cuando cumpla dieciocho años me voy a sacar el carnet de conducir y a ver si mis padres me compran un cochecito.
-Voy a estudiar unas oposiciones para poder colocarme de funcionaria que es lo que me gusta.
-Empezaré a ahorrar dinero para dar la entrada de un piso, para cuando me vaya a casar.
-Estaré contigo el resto de la vida, cuando nos jubilemos nos vamos a dedicar a viajar.
Y así un sin fin de planes, de los más simples a los más sofisticados; se me viene a la memoria mi padre...
Con poco más de sesenta años quiso comprar una máquina de carpintería que vendían a buen precio, (era un magnífico carpintero y ebanista, aunque la mayoría lo conociera como encargado del Mercado de Abastos), quería comprarla para que cuando se jubilara pudiera dedicarse a hacer trabajos sin tener que alquilar las máquinas en las carpinterías del pueblo; no le dio tiempo a jubilarse, cayo enfermo, y nunca se volvió a recuperar, fue en declive hasta que nos dejó un caluroso día de junio.
Hay una frase que expresa literalmente lo que hoy he expuesto:
"Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes".

DULCE Y AMARGO.

A la mayoría nos gusta lo dulce, no a todas las personas, pero sí a muchas; sin embargo pocas son a las que les agrade lo amargo, pero también las hay.
Por tanto, nos podríamos imaginar lo que sería un dulce, por ejemplo una cuña, de esas que vendía en su casa/kiosko Anita Felix (Ana Torres la de Felix), rellena de brócoli crudo, o una "endivia-cao", endivia cubierta de chocolate.
Se podrían buscar bastantes ejemplos como estos, pero lo cierto y verdad, es que en esta nuestra existencia, para un bocado que nos llevamos a la boca de algo dulce, nos saciamos muchas veces de mordiscos amargos.
Sin bien el regusto que el bocado dulce produce en el paladar puede aplacar el amargor de muchas dentelladas amargas consecutivas.
El otro día, una señora con la que charlaba un rato, me dio la clave, me dio el ejemplo más realista de un pastel que a veces nos puede saber amargo.
Nuestros hijos e hijas (y también me incluyo yo como hijo) somos los dulces más amargos que podamos encontrar, unos más y otros menos; para una alegría, varias penas; para una carcajada, bastantes lágrimas; para una tranquilidad, miles de inquietudes; para un triunfo, cientos de preocupaciones.
Deberíamos ser más dulces que amargos con nuestros progenitores, en general se lo merecen, y además es lo único que se van a llevar; y si nos cuesta, pues nos comemos una onza, o dos, de chocolate por la mañana al levantarnos, o un" caramelito" de menta, a ver si así nos dulcificamos un "poquitín" más por lo menos.

ALIPORI.

Procede del latín (Allius=Otro) y es una palabra que desconocía; ignoraba el vocablo en sí, pero no era para mi extraño su significado.
El sábado, al coger el tren por la mañana, entré en el servicio de la estación (la pastilla para controlar la tensión arterial puede ser "peligrosa" a la hora de hacer un viaje), como digo, entré en el servicio y me encontré con los grifos de los lavabos abiertos a todo trapo derrochando agua (un alipori); después bajé al andén y me comentaron que en la última parada del tren que cojo, pintan grafitis en los trenes muy a menudo (otro alipori).
Si doy un repaso haciendo "zapping" por los canales de TV, hay algunas cadenas que emiten programas con los que me entra un ataque intempestivo de alipori.
Cuando "admiro" el comportamiento de algunos y algunas en la calle, dígase saraos nocturnos, previos a partidos de fútbol, algunos conciertos, grandes fiestas patronales mundialmente conocidas, también tengo un absceso de alipori; viendo cómo algunos hijos e hijas tratan a sus padres y madres me aflora también.
Y por supuesto contemplando la forma de actuar de muchos de los que nos gobiernan y también, cómo no, de muchos de los que intentan gobernarnos; escuchando declaraciones que parecen salidas de la edad media, y oyendo lo que algunos y algunas relatan en los juzgados.
Esto ya me produce una "aliporitis contínua" que viene a ser lo mismo que sentir vergüenza ajena continuamente.

01 septiembre 2018

SEÑORA CARMEN.

Mi muy querida Señora Carmen:
Cuando hace casi cuarenta años entré en su casa, me acogieron usted y su marido como si un hijo fuera, siempre me trataron como tal y yo procuré comportarme como lo hacen los hijos.
Hasta la edad de Jesucristo se alargó nuestra relación, que no se rompió del todo, ya que manteníamos el contacto.
Su vida fue dura, como casi la vida de todas las personas que hayan llegado, o tengan su edad, trabajando a destajo cuando no había adelantos en casa, ni para lavar, ni para fregar, ni para limpiar ni para hacer de comer; una vida llena de achaques que tuvo que sobrellevar  a diario, y que le impedían hacer muchas de las cosas que le hubieran gustado; mimó usted a su marido, y cuando éste nos dejó, tuvo un importante declive emocional.
El viernes se marchó usted calladamente, de mañana, casi a escondidas;  hablábamos esporádicamente por teléfono y esa noche me acerqué a hablarle por última vez, en silencio.
Solo me queda darle las gracias por todo lo que me apreció, y quizás me quiso, decirle que el afecto y el respeto fue mutuo, y desearle con toda mi alma, que su Virgen de los Dolores la acoja en ese regazo donde recoge a todos y todas los que la aman, y que Élla le otorgue la levedad de la tierra.
Nadie muere si es recordado.
Descanse en paz Señora Carmen.
Éste que no la olvida...

LOS CHISMES.

Chisme, según la RAE, es un comentario o noticia no verificada que circula entre la gente, generalmente de carácter negativo; también tiene otro significado, como puede ser: trasto pequeño; y por aquí abajo, aplicamos también este vocablo a trastos que no utilizamos normalmente y que hemos llevado al famoso "cuarto de los chismes".
Pues bien, todas estas definiciones de la palabra "chisme" , aunque sean tan desiguales, si nos acercamos al germen de la palabra "chisme" nos encontraremos que todas pueden ser análogas entre sí, y me explico:
"CHISME" proviene de la palabra griega "σχισμα"(chisma)  y después de la latina "SCíSMA" que significa "separación", o de "SCHÍSMA" cuyo significado es "desunión".
El principal propósito del chisme es la separación, es desunir a la gente promoviendo enfrentamientos tanto morales, físicos u orales; y en los otros significados también es aplicable a cosas separadas, que ya no nos interesan, trastos que nos molestan.
De la misma palabra "SCÍSMA" deriva también a todos los efectos "cisma"; el gran Cisma de Occidente por antonomasia,  fue en el que la Iglesia concluyó con la separación de la parte Oriental de la parte Occidental por medio de la negación de obediencia al Papa.
Un chisme en todas sus acepciones se refiere a una ruptura, a intentar romper, a cosas rotas, y las roturas siempre son dolorosas; por lo que yo mandaría todos los chismes, literalmente, al cuarto; al cuarto de los chismes, y a los chismosos también.

SELECTIVIDAD.

La selectividad es una prueba injusta donde las haya, por lo menos para mí, no todos tienen la misma capacidad para estudiar y para sacar buenas notas, unos por que no han trabajado como otros, y otras porque les resulta más difícil memorizar las cosas, que al final es de lo que se trata.
Para mí es un trabajo inútil el estudiar para la selectividad, y me explico:
Cada uno nacemos con un talento innato, eso es seguro, algunos no llegamos a descubrirlo nunca, porque los orientadores no se preocupan de ello; no hay que estudiar medicina si no tienes talento para ser médico, a lo mejor tienes más talento para zapatero, y encima te gusta.
La selectividad se debería hacer de pequeños, antes de empezar a estudiar cosas escogidas, pero una selectividad de talento, no de notas; y arreglados a esa selección, que el niño o la niña encauce su educación o aprendizaje por el camino que prefiera.
Un pintor, tallista, arquitecto, torero, médico, zapatero, albañil, camarero, psicólogo, maestro...todos, primero han de tener talento para ello; y después, deben trabajar enormemente para adquirir la técnica necesaria para desarrollar ese talento.
Talento tenemos todos, pero para ser maestros de ese talento, es necesario trabajar mucho, mucho, toda una vida trabajando.

HACER EL BIEN.

A las personas que hacen el bien, se las califica de buenas personas; a los que están pendiente de los demás para lo que puedan necesitar, también; a las que te ayudan en un momento de tu vida, a los que te sacan de un atolladero, a las que te prestan su amistad, o algo más; a los que se preocupan día a día de tu existencia, a los que desinteresadamente colaboran en tantas y tantas obras sociales en beneficio de los demás, a los que depositan una moneda en la mugrienta mano de la que pide en la puerta de la iglesia; también podríamos calificar de buenas personas, a los compañeros que te echan un cable para que termines o hagas bien tu trabajo, a los que pierden su tiempo contigo y te escuchan, a los que te ayudan a cruzar la calle, a los que te visitan cuando estás enfermo, a las que te acompañan en tu último viaje...
Hay tantas buenas personas que se preocupan de hacer el bien, hay tanta buena gente por ahí, y por aquí; hay tanta gente buena, que la mayoría lo desconocemos.
Pero también, y visto desde otro prisma, hay gente que parece buena,  porque hacen todas estas cosas, pero que no son buenos de alma, que no les salen de dentro las cosas que hacen, que también son buenos, no digo que no, pero que son unos buenos y buenas, pero egoístas.
Éstos y éstas hacen el bien, con la intención de poder dormir tranquilos, y para ese viaje no se necesitan tantas alforjas, te tomas "una pastillita" y...
¡A pierna suelta, oiga!.

SENTIRSE SEGURO.

Algunas veces pienso tantas cosas, que probablemente me exceda, a esa conclusión podría llegar si hiciera un leve balance de donde, cómo, cuando, en qué y de qué vivimos.
El calentamiento global, las balsas ingentes de plástico que flotan en los mares, los daños de los conservantes y colorantes, el engorde ilegal de animales para comer; ¿a dónde van muchos de los donativos que damos para personas que no tienen?, ¿qué se cuece en las entrañas de la política, en el poder?; ¿cuánto armamento tiene aquel o aquel otro,  y quién se lo suministra?, ¿porqué inmigran tantas personas?, ¿qué o quién está detrás de las guerras que hacen sufrir a tanta gente?; ¿quién fabrica o vende tantas armas?; ¿a dónde va el dinero de nuestros impuestos?, ¿qué hacen con nuestro dinero los bancos?; ¿Y las medicinas?, ¡Por Dios cuántas cosas!
Podría seguir líneas y líneas de preguntas como esta, cada uno seguro que podría añadir cientos de ellas, pero todas nos llevan al mismo sitio, todas las preguntas, todas las inquietudes de las que no obtengamos respuesta, lo que nos crean es zozobra, temor, inseguridad, y algunas veces, miedo y pavor.
¿Os acordáis cuando a algunas personas se le ocultaba la enfermedad  letal que padecían para que no tuvieran miedo al sufrimiento o a la muerte?
Pues eso.
Por ello me atrevo a asegurar, que el ignorante es el que se siente más seguro, y el que puede realizar actos de valentía descabezada.
La ignorancia te acerca a la seguridad.

SIEMPRE A LOS MISMOS.

La otra tarde, viendo la noticias, en un altercado en un campo de fútbol, un padre intentaba proteger a su hijo para que no resultara dañado y se llevó varios palos de la policía.
Si respetas los límites de velocidad, un día que te pases de 120 km./h te pillan y te multan, cuando estas harto de ver como te pasan a 170 ó 180, seguro que a ellos no los pillan nunca.
Como tampoco pillan a los que continuamente van charlando amigablemente por el móvil cuando conducen, ahora ponte tú un día a hacer una llamada urgente. 
Si haces alguna trampilla para pagar menos impuestos, tranquilo que te cogerán, a los que nadan en la trampa, creando sociedades falsas en paraísos fiscales y evadiendo impuestos, seguramente no los cogen.
Si vas a una manifestación a defender lo que crees que es justo, pacíficamente, sin insultar a nadie, y sin meterte con nadie, seguro que te la llevas; los que van para instigar, para alterar el orden, para reventar la paz, probablemente saldrán ilesos.
Y así se escribe la historia, siempre ha sido así, y siempre será; los que predican la paz, a los mansos, a los justos, a los sinceros, a los que odian la violencia, y también, porqué no, a los más tontos, siempre les toca; y si no que le pregunten a uno que se llamó Jeshua, y que vivió en Oriente Medio hace mucho tiempo. 

DEBEN PESAR EN EL CUELLO.

Hay un dicho muy antiguo que dice: "Si no te ha dolido, no lo has conseguido"; bueno tan antiguo no es, porque me lo acabo de inventar. Podrás tener muchas cosas materiales y espirituales, podrás llegar a cotas muy altas en tu vida, en tus negocios, en tu trabajo, pero si no las has trabajado duro, si no te han dolido, las tendrás, las disfrutarás,  pero no las habrás conseguido; simplemente te las han regalado, las has robado, has timado, o en algún que otro caso, te las has encontrado.
En esta vida, para mí, y eso lo saben los que conviven conmigo, los que han sido mis compañeros, e incluso algunos médicos, cuando alcanzo algún logro, mi satisfacción es infinita, y algunas veces consiste solo en apretar un tornillo, que en ocasiones me resulta difícil; por eso, cuando llego al final, y me siento a digerir lo que ha pasado, cojo con las manos vacías el cordón imaginario de la medalla olímpica (de oro por supuesto) y me la cuelgo yo mismo. Esas medallas que te cuelgas diariamente fruto de tu esfuerzo en conseguir logros, en avanzar en etapas de la vida, esas no nos pesan ni nos pesarán en el cuello jamás. Y si no que le pregunten a mi madre, que tiene tantas colgadas, que si las pudierais ver no se le distinguiría el pecho, yo sí las veo; también podéis preguntar a mi hijo Fran cómo llegó a ser respetado en el baloncesto.
Pero hay otras medallas, que se cuelgan muchos y muchas, no por la cabeza, sino por la cara; títulos inexistentes, estudios que no hicieron, textos copiados de otros, sudores de compañeros que jamás sudaron ellos, logros conseguidos por otras personas que se los auto atribuyen...
¿Esas medallas no les pesan en el cuello?
A mí seguro que me mantendrían doblada la espalda del peso que soportaría.