Dicen las
malas lenguas que comer las uvas, proviene como todas las cosas de este mundo,
de que a uno o a unos, se les ocurrió la idea de eliminar un exceso de uvas por
la zona de Almería, Murcia y Alicante, allá por el año 1909.
Dicen las malas
lenguas que no comerlas trae mala suerte, etcétera, etcétera…..
Pues este
año voy a obviarlas y comeré otras cosas:
Campanada
una: me tragaré mi rencor.
Campanada
dos: me tragaré mis tristezas.
Campanada
tres: me tragaré mi orgullo.
Campanada
cuatro: me tragaré mi ego.
Campanada
cinco: me tragaré mis sinrazones.
Campanada
seis: me tragaré mi dolor.
Campana
siete: me tragaré mi amargura.
Campana
ocho: me tragaré los desencuentros.
Campana
nueve: me tragaré mis desvelos.
Campana
diez: me tragaré mis miedos.
Campana
once: me tragaré mi narcisismo.
Campana
doce: me tragaré el último segundo del año viejo y con todo lo anterior digerido
espero tener un magnífico año nuevo.
Mañana día
uno de enero, la vida dirá de nuevo: Aquí viene el sol. (Here comes the sun)
Misma cosa
que os deseo a todos, buena noche de fin de año.