No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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19 diciembre 2014

LA PARADOJA DE LA NAVIDAD.

El otro dĂ­a estuve en SolĂșcar Radio, para grabar mi voz a un personaje del cuento de Navidad de Charles Dickens, el fantasma de las Navidades pasadas.
Cuando volvĂ­, me vi trasportado a las Navidades pasadas, en las casas de navidad, compartiendo horas con amigos y perdiendo de vivir momentos con tu familia, esa que nunca te falla, y que ahora echas de menos.
No entro en celebraciones religiosas, sĂłlo hablo de este o estos meses, porque ya se empieza el dĂ­a tres de noviembre o incluso antes con los dichosos anuncios de Navidad.
En casi todas las navidades de los tiempos pasados y presentes, hay un motivo, o varios para decir “si me valiera, me acostaba ahora y me levantaba el diez de enero; a todos alguna vez nos habrĂĄ pasado; no obstante, casi siempre, y subrayo ese casi siempre; una nueva vida viene a llenar el hueco de la que se fue; una nueva ilusiĂłn a la que se perdiĂł; un nuevo amor, al que volĂł de tu compañía, un nuevo proyecto al que se destrozĂł sin darte cuenta; un poco de salud en una enfermedad, esa sĂ­ son las Navidades reales; el resto: regalos, luces de neĂłn, ĂĄrboles, belenes, villancicos, etc. etc; es el contrasentido de la Navidad pasada, presente y futura; la misma hipocresĂ­a que cuando deseas feliz Navidad a personas, amigos o familiares y no haces nada por colaborar en ello, algunos y algunas, mĂĄs bien al contrario. Procurad sed felices esta Navidad.


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