El otro día
estuve en Solúcar Radio, para grabar mi voz a un personaje del cuento de
Navidad de Charles Dickens, el fantasma de las Navidades pasadas.
Cuando
volví, me vi trasportado a las Navidades pasadas, en las casas de navidad,
compartiendo horas con amigos y perdiendo de vivir momentos con tu familia, esa
que nunca te falla, y que ahora echas de menos.
No entro en
celebraciones religiosas, sólo hablo de este o estos meses, porque ya se empieza
el día tres de noviembre o incluso antes con los dichosos anuncios de Navidad.
En casi
todas las navidades de los tiempos pasados y presentes, hay un motivo, o varios
para decir “si me valiera, me acostaba ahora y me levantaba el diez de enero; a
todos alguna vez nos habrá pasado; no obstante, casi siempre, y subrayo ese
casi siempre; una nueva vida viene a llenar el hueco de la que se fue; una nueva
ilusión a la que se perdió; un nuevo amor, al que voló de tu compañía, un nuevo
proyecto al que se destrozó sin darte cuenta; un poco de salud en una enfermedad,
esa sí son las Navidades reales; el resto: regalos, luces de neón, árboles,
belenes, villancicos, etc. etc; es el contrasentido de la Navidad pasada,
presente y futura; la misma hipocresía que cuando deseas feliz Navidad a
personas, amigos o familiares y no haces nada por colaborar en ello, algunos y
algunas, más bien al contrario. Procurad sed felices esta Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario