Cada vez que he caído en las
profundidades del abismo, siempre has estado ahí, para ofrecerme tu mano.
Cuando los avatares de la vida,
me han insultado hasta sentirme avergonzado, siempre has estado ahí, para
ilusionarme.
Cada vez que una decepción
emergía nociva, de entre las gentes, siempre estuviste ahí, para ayudarme a
seguir adelante.
Cuando mi inútil almohada, se
obstinaba en no dejarme dormir, inculcándome malos pensamientos, siempre
estabas allí para reprender su postura y acunarme en tus brazos.
En el momento en que un proyecto
nuevo germinaba en mi mente, siempre me acompañabas para intentar llevarlo a
buen puerto.
En el tiempo, en el que las
enfermedades llamaron a las puertas de mi casa, siempre estuviste allí para
animarme a seguir adelante.
Cuando el despertador no sonaba
por las mañanas, porque no había sitio a dónde ir a desarrollar la tarea,
siempre estabas allí, para darme ánimos a seguir buscando.
Necesito, que despiertes cada
mañana a mi lado, el transcurso de los días, serían muy diferentes si no lo
hicieras, me trasmites energía positiva, alegría de vivir.
La verdad es que, te has
convertido en parte de mi vida, querida compañera, sería muy difícil, (y más en
los tiempos que corren para todos) seguir adelante día a día, sin tenerte como
amiga, hoy más que nunca, tienes tanto trabajo con todos nosotros, querida
esperanza, que sería muy, pero que muy complicado seguir adelante sin ti.
¡No te vayas todavía,no te vayas por favor,
no te vayas todavía,
que hasta estas letras mías,
llorarán siempre tu adiós!
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