Ayer, bicheando un poco por el
youtube, como hacemos casi todos los que entramos en las redes, pillé por
casualidad la escena del final de la película “el retorno del Jedi” ,creo. Esa
escena en la que Darth Vader, confiesa a Luck Skywalker: …….. yo soy tu padre (
en la voz del desaparecido Constantino Romero).
Esa escena, me ha llevado a
comprender una cosa, en su caso simple, pero también enrevesada. Si un tío tan
malo como Darth Vader, tuvo un atisbo de amor, de cariño hacia su hijo, también
y por deducción lógica, las personas normalmente “buenas” igualmente deben
tener un lado oscuro.
Creo que todos, tenemos un lado
oscuro, un lado escondido en nuestro interior, que puede aflorar en algún
momento de nuestra vida, o solamente aparecer en nuestra consciencia, haciéndonos
pensar, lo que no se nos hubiera ocurrido pensar nunca.
Admito, que lo que hace a unas personas de una forma y
a otras diferentes, es el equilibrio entre el lado “oscuro” y el lado “claro”,
cuando la balanza, por su peso, recae sobre un lado o sobre otro. Es una lucha
interior, como reflejan los dibujos animados en los que se representa, a
izquierda y derecha (o viceversa) de la cabeza del protagonista, un demonio pequeño y un
ángel del mismo tamaño, intentando convencer cada uno con sus argumentos.
En muchos momentos de nuestra
dilatada vida, se asoma por entre nuestras neuronas, el lado oscuro; acechando
nuestro subconsciente, ilustrando nuestros pensamientos con resultados
tentadores. No obstante, la mayoría hemos aprendido a esconderlo en lo más
recóndito de nuestra memoria, obviando su existencia, pero los malos
pensamientos siempre afloran en nuestro juicio.
Si la humanidad, pudiera
encarcelar esos impulsos, de vez en cuando; sobre todo los más nocivos, sería
diferente nuestra existencia.
Buenas noches, felices sueños, y
que la fuerza os acompañe.
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