Hoy, se me viene a la memoria, la
serie de televisión arriba y abajo, de 1971; no por su significado; sino por
las estructuras de las empresas, de tu puesto de trabajo (sobre todo en una
gran empresa); de los jefes, de los subordinados, de los compañeros en general.
Cuando te mueves en tu vida
laboral, en los grados intermedios, son muy importantes, para tu desarrollo y
buen hacer, los que están por arriba; y los que están por abajo también. Los
que te mandan, porque tienen que ser gestores de personas, no caciques;
organizadores de tareas, no dictadores; psicólogos, no cirujanos; y personas,
no máquinas; causar respeto y admiración, no aversión y hastío.
Los que son tus subordinados, lo
mismo. Tienen que estar implicados, no evadidos; ayudarte, no ponerte trabas;
anticiparse a las cosas, no ir de rémora; enseñando lo que saben, y aprendiendo
de ti; darse a respetar, para ser respetado.
Digo todo esto, hoy en especial,
por ser la festividad de Santiago, donde celebran su onomástica también los que
se llaman Jaime. Dos magníficos Jaimes,
compartieron conmigo muchas horas de trabajo, dos amigos; uno por la
parte de arriba y otro por la parte de abajo.
Sirva esta pequeña reflexión de
hoy, para felicitar a los Jaimes, Santiagos, etc.
Buenas noches, y feliz descanso.
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