No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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25 julio 2013

ARRIBA Y ABAJO.

Hoy, se me viene a la memoria, la serie de televisión arriba y abajo, de 1971; no por su significado; sino por las estructuras de las empresas, de tu puesto de trabajo (sobre todo en una gran empresa); de los jefes, de los subordinados, de los compañeros en general.
Cuando te mueves en tu vida laboral, en los grados intermedios, son muy importantes, para tu desarrollo y buen hacer, los que están por arriba; y los que están por abajo también. Los que te mandan, porque tienen que ser gestores de personas, no caciques; organizadores de tareas, no dictadores; psicólogos, no cirujanos; y personas, no máquinas; causar respeto y admiración, no aversión y hastío.
Los que son tus subordinados, lo mismo. Tienen que estar implicados, no evadidos; ayudarte, no ponerte trabas; anticiparse a las cosas, no ir de rémora; enseñando lo que saben, y aprendiendo de ti; darse a respetar, para ser respetado.
Digo todo esto, hoy en especial, por ser la festividad de Santiago, donde celebran su onomástica también los que se llaman Jaime. Dos magníficos Jaimes,  compartieron conmigo muchas horas de trabajo, dos amigos; uno por la parte de arriba y otro por la parte de abajo.
Sirva esta pequeña reflexión de hoy, para felicitar a los Jaimes, Santiagos, etc.
Buenas noches, y feliz descanso.


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