No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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27 diciembre 2017

¿QUÉ ES EL TIEMPO?

Llevamos tantas épocas debatiendo sobre quién creó el mundo,  quién concibió la vida, dogmas y más dogmas, credos y más credos, que muchas veces me pregunto...
¿Quién planeó todo esto?
¿Quién se las ingenió para hacerlo?
Y mucho más importante diría yo...
¿Quién inventó el tiempo?
El que lo hizo, nos echó literalmente del Edén, el que proyectó controlar el espacio con tiempo, lo primero que hizo y para siempre, fue hacernos esclavos de ese mismo tiempo.
De pequeños, queremos que corra, de mayores ansiamos disfrutarlo y de ancianos deseamos que se retarde, pero es inexorable.
O no tenemos para nada, o nos sobra a borbotones; pero nunca hemos tenido la necesidad de medir el gasto que supone el dedicar tu tiempo.
Gasto inútil muchísimas veces, y muy placentero en pocas; gasto severo cuando duele, y muy ameno cuando gozas; siempre enganchados al puñetero tiempo, tiempo para dormir, para leer, para comer, para estar solos, para dedicar a tus hijos, a tu pareja, para trabajar, para descansar, para disfrutar del  tiempo libre (ja,ja,ja..LIBRE)
Pero, por mucho que podamos divagar y divagar sobre quién inventó el tiempo; lo cierto y verdad es que:
"El tiempo nació para separar el nacimiento de la muerte"
Por tanto, y haciendo una simple operación matemática, el resultado es que nuestro tiempo es,  al fin y al cabo, nuestra propia vida.

GASTOS Y MÁS GASTOS.


En esta vorágine en la que nos encontramos desde hace ya años; en este desorden de consumo al que nos ha llevado esta sociedad, en esta situación en la que, lo que se avería se tira y se compra nuevo, no dando posibilidad alguna a la reparación; en estos tiempos en los que los niños tienen más juguetes que horas para jugar, más caprichos que obligaciones; tiempos en los que los mayores tenemos más ropa que días para ponérnosla, más zapatos que pasos para gastarlos; en estos días en los que  queremos un coche más grande, una casa mejor, un móvil más moderno (aunque el usado funcione); en estas fechas en las que estamos nadando en ese mar de consumismo, con un mismo motivo: gastar, gastar y gastar; gastar la mayoría de las veces lo que no tenemos; gastos para fiestas: Navidad, Semana Santa, ferias, Rocío, vacaciones,(a las que todos tenemos derecho, pero para las que no todos tenemos las mismas posibilidades)...
Cuando nos enredamos en ese torbellino consumista, que nos va envolviendo poco a poco, es difícil salir; cogemos de donde no hay para tapar lo que quedó en descubierto, e intentamos seguir aparentando que podemos con todo, como también puede el vecino de enfrente, esas que no falten tampoco, las apariencias.
En estas fechas derrochantes, se me viene a la mente este acertado aforismo:
"Quien gasta su dinero en cosas superfluas, tendrá que vender lo necesario para subsistir"
¿O no?

¿CORTESÍA?


Siempre me ha gustado ser cortés, hace mucho me educaron en la cortesía, en el buen trato a las personas, a ceder el paso, a levantarme del asiento si era necesario, a dar los buenos días, a despedirme; me enseñaron en casa, en el colegio, en el trabajo, desde pequeño.
En la vida familiar también aprendí a ser cortés; y en mi vida laboral, durante mi época de jefe, asimismo tuve cortesía y empatía con mis empleados, superiores y también con los clientes; y eso me ha llevado a mantener una larga amistad con unos y con otros.
La cortesía es una bendición para quien la recibe; que te feliciten en tu santo o cumpleaños, que te den la enhorabuena por tus éxitos, que te animen en tus fracasos,  que te digan que estás más joven, más delgado o delgada, más guapo o guapa, que te transmitan energía cuando la tuya veas que se agota, que te saluden por la calle, que te den a elegir, que te cedan el paso, incluso que te echen una mentirijilla piadosa de vez en cuando para hacerte sentir bien. Todas esas cosas te hacen la vida un poco más placentera, ¿o no?
Mas considero, que aparte de la educación que recibas, la cortesía debe salir de tus adentros, creo que hay que ser cortés de corazón, de alma y hacer las cosas por convicción, porque las sientas, no porque las debas; ya, que si eso no es así, la cortesía se convierte en un comportamiento, que va rimando con ella, pero con la que no tiene nada que ver; en esos casos la cortesía, no es más que pura hipocresía.

26 diciembre 2017

MENUDA INOCENTADA.

Te conoció por hacerse el valiente, aunque es de los más inocentes que podrán encontrarse en una vida; te hiciste la suave dándole la sensación que eras la mejor horma para su juventud incontrolada y rebelde; menuda inocentada.
Al poco tiempo empezaste a enfrentarlo con sus padres, si ellos decían “blanco” tú le susurrabas al oído “negro”; si ellos le decían “no te juntes con ella que no nos gusta nada”, tú lo atraías para que estuviera cada vez más tiempo contigo,dándole placer. Le estás adsorbiendo lo mejor de su persona, su alegría (cuando no estás con él es demasiado desabrido), su simpatía (sin tí es agrio y un poco imbécil), su salud (si no le dices que coma, él ni come), y hasta has llegado a cambiar su forma de ser, no se conforma con el dinero que le dan en casa (no trabaja siquiera) porque le obligas a salir contigo casi todas las noches y ya han empezado a faltar cosas.
Eres mala, muy mala, eres una verdadera bruja, una bruja que si no lo impiden, o lo convencen para que te olvide, acabarás con él, si no lo has hecho ya;  y por ende, terminarás con sus padres y con su familia, si no los tienes ya muertos en vida.
Te crees que eres una superhéroe, la más poderosa (porque puedes con él y con muchísimos más), la protagonista, la heroína… siiii, eso es lo que eres: heroína.

Pero realmente, lo que eres en realidad es: una hija de la gran puta, y por eso te venden.

21 diciembre 2017

JOU, JOU, JOU...

En estas fechas en las que nos encontramos, nos inunda una sensación de amor eufórica, aunque nos tenga invadido en algunas ocasiones el odio, jou, jou, jou...
Deseamos la paz a todo el mundo, aunque no tengamos paz ni con nosotros mismos, ni con nuestros semejantes, jou, jou, jou...
Bolitas, luces, tiras de navidad, belenes, gigantescos alumbrados callejeros que no dejan dormir a los que residen habitualmente en la calle, jou, jou, jou...
Mazapanes, turrón, jamón, caña de lomo, queso, buenos vinos y cava, que nunca llegan a los comedores sociales, jou, jou, jou...
Grandes galas, abrigos pomposos, regalos de Reyes o de Papá Noel, ropas, zapatos y gente rebuscando en los contenedores de basura a diario, jou, jou, jou...
Amamos a todo el mundo, nos inundamos de amor, queremos que todos se sientan amados, aunque después, por lo "bajini" ponemos "verde carruaje" hasta a los que comparten la vida con nosotros, jou,jou,jou...
¿Nos quejamos de los políticos que prometen y no cumplen, que afirman y mienten, que dicen que ponen y se llevan?
Pues, cuando escuchemos los mítines, informativos, leamos los periódicos o escuchemos la radio, imaginémosnos que estamos en Navidad, jou,jou,jou...
Felices Fiestas.

20 diciembre 2017

EL NIÑO DEL ESPEJO.

Una mañana, en la que las prisas por salir no fueron perentorias, me entretuve en mirarme al espejo. Había estado cantando la noche anterior en la sala Malandar con mi amigo Enrique Sánchez y su grupo Los Escarabajos; cada vez que lo hago me transporto a la infancia, a aquella casa de la familia de mi amigo, en la que nos reuníamos para jugar, aprender, leer,   tocar y cantar.
Estudiaba mis facciones; mis arrugas, mi poco pelo, mi anchura adquirida,   y me recordaba de pequeño; enjuto, delgado y lleno de rizos en  la cabeza.
¿En qué nos hemos  convertido?
Yo era tímido, ávido de aprendizaje, humilde, me gustaba cantar, y no me defendía muy mal en el colegio; hoy en día la timidez se ha escondido, sigo teniendo deseos de aprender de todo lo que se presente, y creo que no soy nada soberbio; el colegio al que asisto actualmente es el de la vida, y en ella continúo estudiando diariamente.
Terminando de atusarme,el poco pelo que tengo,  me preguntaba…
¿Habré cubierto las expectativas que ese niño, que he recordado, se creó en aquellos años sobre su futuro?
¿Estaría satisfecho de mí ese  chico viendo como he desarrollado mi vida, o creería que lo he traicionado?
Supongo que no habrá sentido traición, pero sí os voy a contar un secreto:
Siempre quise ser militar o empleado de banca;  con cinco años tenía una máquina de escribir pequeñita que aporreaba  en el patio de mi casa  y una escopeta de tapón de corcho con la que hacía la instrucción; por cierto,  de la mili me licenciaron por tener gafas.
Espero que, si en algún momento, me encuentro cara a cara con ese niño que fui, se sienta orgulloso de lo que hoy soy, y nunca tenga que esconder la cara por vergüenza.
Deseo que todos podáis decir lo mismo.

18 diciembre 2017

SOMOS TANTA GENTE...

En este inmenso planeta somos tanta gente…
Hay personas de todo tipo o color, religión o ideología policía, ricos y pobres, tanto en dinero como en personalidad; afortunados y desgraciados en el saber, en la inteligencia, en la humildad, en la capacidad de trabajo; somos tanta gente…
Hay seres que regalan su trabajo a otros y seres que se aprovechan de lo que hacen los demás, los que destilan amor, los que supuran odio, con más genio, más pacíficos, más cariñosos, más ariscos; somos tanta gente…
Hay hombres y mujeres con dotes de mando, los, y las hay que solo saben obedecer, unas que son graciosas, otros desabridos, unos más simpáticos y otras más antipáticas, los y las que llevan la música dentro, y las y los que no tienen ni un poquito de compás; somos tanta gente…
Hay individuos (y no pongo el femenino, suena fatal, aunque me tachen de machsta), como decía, hay individuos que matan y otros que dan la vida, unos que no cuidan la naturaleza y otros que luchan por ella; unos que van con la verdad por delante, otros que engañan hasta a su sombra, unos que duermen en la palacios y otros que malviven en la calle; somos tanta gente…
Somos muchísima gente, pero me voy a quedar con un tipo de gente especial, esa tocada de la mano de Dios (o como queráis llamarlo); esa gente, como leí el otro día, que solo con dar la mano rompen al pronto la soledad.

13 diciembre 2017

DISCUSIONES.

Desde pequeño es bueno discutir con los demás, teniendo diferentes puntos de vista sobre cualquier tema; con amigos, con padre y madre, con compañeros, con hermanos y hermanas, con pareja, con hijos e hijas; en fin…
La vida es una pura discusión, un tira y afloja continuo, incluso al mirarnos al espejo tenemos la mala costumbre de discutir con nosotros mismos.
Todas las discusiones, todos los debates, si son con respeto y educación siempre serán productivos, nos harán aprender a todos los que participemos en ellos.
Una cosa es discutir, otra muy diferente es imponerse.
A algunos los maltratan de pequeños, en el colegio, no tenían necesidad de hacerlo, pero lo hicieron.
No respetaron una  amistad, se aprovecharon de ella; estuvieron mucho tiempo colgándose las medallas que otros ganaban honradamente con su esfuerzo.
Faltaron muchas veces, denostaron, engañaron, borraron la autoestima y dejaron de respetar; no prestaban atención, los otros eran como fantasmas para ellos,  estaban a su lado como si allí no hubiera nadie; intentaron engañar en tratos y creyeron que los demás no se dieron cuenta.
Todo esto no es discutir, es una cosa muy diferente, es intentar imponer una opinión, un concepto o una forma de ver las cosas, bien sea por la fuerza bruta, por la fuerza intelectual, o por la fuerza moral, o también algunas veces por el sexo. Pero llega el momento en que decides no discutir y cambias, cambias para siempre.
Siempre notarán los cambios en nuestra actitud hacia ellos,   pero nunca notarán el comportamiento suyo que nos hizo cambiar.


12 diciembre 2017

POKER.

Se sentó en la mesa de juego, se podría decir sin temor a equivocarme, que lo sentaron; el "pon" era muy importante porque la partida era cara y las posibles ganancias también lo serían,  ya que se jugaba fuerte.
Tras el reparto de cartas miró poco a poco, carta a carta las que le habían entrado, despejó un rey, otro, un as, y otro, estos acompañados por un cinco.
Escondió su semblante para que no notaran que tenía buena jugada,(otros no sabemos hacerlo) escondió cuatro cartas y puso el cinco sobre la mesa, boca abajo, acaso tuviera la posibilidad de ligar un full de ases-reyes...
-Una. (comentó)
El que repartía le puso una carta cerca de su mano, la cogió pausadamente, sin prisa, y la mezcló con las otras cuatro, pasando una a una sin mirar el anverso.
Abrió el abanico de su jugada, despaciosamente, una a una, un rey, otro rey, una as, y "joder", un siete, después vendría el otro as.
La partida continuó, las apuestas, los faroles se fueron sucediendo, él siguió inmóvil, mirando a los que jugaban en su misma mesa, apostó como bien le vino; el de enfrente, al que le había entrado en suerte un trío en el primer reparto, tiró las cartas, se rindió, y a otros no les entró nada por lo que, paso a paso, se hizó fuerte, y al final ganó la partida con unas dobles parejas.
La vida es una partida de poker en la que te juegas la existencia, en el reparto te tocan unas cartas (esas son las del reparto, las bolitas que decía Rafael de Paula que te caen cuando naces) pero depende, muy mucho, de como tú juegues esas cartas, así será el resultado de tu felicidad.

07 diciembre 2017

UNA DEVOLUCIÓN EN MEDIA MARKT

Hace unas semanas, tuve que devolver una cosa comprada en el Media Markt de Sevilla, la joven rubia del departamento de devoluciones que me atendió, reunía un compendio de amabilidad y eficacia; su sonrisa, me ha hecho escribir este artículo.
No obstante, no todos y todas son así; en un restaurante, el otro día, tuvimos que dejar de esperar y marcharnos ante la ineficacia del camarero y del mismo jefe de cocina, que después de media hora, no tuvieron la capacidad de servirnos un plato variado de patés.
Mi trabajo, durante años, ha sido atender al público, mi último destino fue Umbrete, una localidad por la que siento predilección y en la que creo que todavía mantengo clientes que me respetan y a los que respeto enormemente; esos y esas a los que saludo y me saludan después de muchos años.
Los jefes, (los pensadores) dan las directrices, ordenan los cambios y los modos, imponen los controles de calidad, deciden; pero al final, los que representan a la empresa, los que proyectan su imagen al exterior, son los que dan la cara día a día, los que están en contacto con los clientes o usuarios; hay empleados que incluso pierden dinero de sus sueldos por una buena atención a los usuarios, y tengo conocidos que lo saben bien.
Ya puede ser una empresa privada, o una empresa pública; ya puede ser un banco o un hospital;  un camarero o un funcionario (altamente denostados); lo importante es que todos entendamos que el servicio al cliente no es un departamento, es una actitud.

04 diciembre 2017

DEJAR IR PARA SIEMPRE.

Estoy acostumbrado a leer en los post rimbombantes de los grandes pensadores y “frasistas” cosas como:
-El dolor te abandonará cuando tú lo abandones.
-Cuando le das libertad a los demás, cuando los dejas ir, recuperas tu libertad.
-El secreto no es olvidar sino dejar ir. Y cuando todo se ha ido, serás rico en la pérdida.
En fin, como éstas hay miles, pero he de pronunciarme en que no estoy totalmente de acuerdo.
Admito que es bueno dejar ir para no estar mal acompañado, dejar ir para no tener gente a tu lado que no quiera estar contigo; dejar ir para no vivir continuamente en el pasado, dejar ir a las personas que no quieran viajar en tu tren,  o que por mor del destino, la vida, ese mismo tren, apee a los que no se quieren ir y que tú tampoco quieres que se vayan.
Es duro recordar el pasado y es duro olvidarlo, pero no hay más remedio que procurar por todos los medios dejar ir y seguir adelante.
Pero dejar ir no es tan fácil como lo pintan estos señores y señoras que escriben tan bonito; dejar ir tiene un coste muy caro, excesivamente caro, aunque no lo creamos; porque pagas, a todos los efectos contigo mismo.
No es dejar ir a la gente, eso es fácil, sobre todo si te han hecho daño; lo difícil es permitir que se marche para siempre ese pedazo de tí que se fue con ellos.


29 noviembre 2017

VIRUS.

Unos desarrollaron un virus benigno que sirviera para que los habitantes de una comunidad recuperaran la supremacía teóricamente perdida; se inoculó hace tiempo, en período de prueba, y poco a poco se fue desarrollando en varias generaciones.
Los habitantes del resto del territorio no se dieron cuenta de cómo se difundía el virus; de cómo se multiplicaba en los habitantes de la comunidad (al resto no les afectaba), a ellos sí.
El virus se cultivó hace muchos más años, pero estuvo congelado casi cuarenta, hasta que se descongeló definitivamente.
Ese germen, hacía que los habitantes de la comunidad, no a los otros para los que era inocuo, creyeran tener cada vez más inteligencia, más capacidad de trabajo, y por ende se consideraran más superiores a sus vecinos colindantes.
Los niños y niñas que nacían, progresivamente tenían los genes del virus más desarrollados; usualmente despreciaban más a los colindantes, poco a poco su complejo de superioridad era más grande, y cada vez, estaban más convencidos que tenían que abandonar a los del resto del territorio en el desierto.
A esos que venían del resto de territorios hasta la comunidad, se preocupaban de inyectarles el mismo virus, ya mutado, que incluso les hacía ver alucinaciones y hacerlos creer más capaces incluso que los que ya residían allí.
Esta historia de ficción me  ha recordado a dos películas famosas: “Inferno”, de Dan Brown; y “El origen del planeta de los simios”, de Rupert Wyatt.
Cuando un virus infecta a una comunidad, y la historia nos lo ha demostrado con creces, no hay remedio, no hay medicina posible, no hay antibióticos, ni pastillas, ni jarabes, ni medidas, ni paracetamol de 155 mg.; la única solución, es inventar una vacuna e inyectarsela a todo el mundo, a los unos y a los otros; como se ha hecho toda la vida.
Ahora y dado el momento en el que estamos...¿quién la desarrolla, y cómo?



27 noviembre 2017

SE JODIÓ EL WIFI.

Llevo unas semanas con problemas en el wifi de mi móvil; no consigo conectar con ninguna red a la que me acerco.
El sábado un amigo, buen técnico de ordenadores y móviles me dijo que solo había una solución; algo que había pasado por la memoria interna de mi teléfono y  lo había infectado, perjudicando muy mucho mi conexión wifi.
-      Esto tiene mala pinta (me dijo),  solo veo una solución posible para recuperar esa función, habrá que formatear el teléfono y restaurar la configuración de fábrica, y a ver si así, con un poco de suerte, podemos recuperar la utilidad.
Eso sí, tendrás que hacer una copia de seguridad de las cosas que quieras conservar.
Posiblemente, sería bueno poder hacer alguna vez con nuestra “sesera” ese formateo; hay veces que tenemos la cabeza tan "repletita" de virus, que no tenemos capacidad para re-descubrir nuevos caminos, cambiar nuestra forma de pensar, diferenciar un comportamiento de otro; hay momentos en que rebosa de tonterías, imbecilidades (como decía mi padre), malas formas, e incluso con mucha mala leche con la que alguna vez me trataron.
Cierto es, que como tendré que hacer seguramente en el móvil, habría que hacer una copia de seguridad de lo que realmente me interese conservar, lo que nunca querré que se me olvide, lo que me apetezca degustar, el recuerdo de los que me quisieron y de los que quise, las vivencias que me hicieron feliz, en fin, todo lo que me provoque una sonrisa de satisfacción o una lágrima de emoción; el resto, lo que retrasa, lo que no hace funcionar bien  mis neuronas, lo que atrofia mis sentimientos, como dirían en la Cámara de los Balones:
¡A LA VENTA DEL NABO!

24 noviembre 2017

LA COLETILLA.


La mayoría de las personas parece que hayamos crecido solo en cuerpo; en madurez, como que no; lo que más nombramos es la "coletilla".
En casi todos los ámbitos, más sobre todo en el círculo político, esa "coletilla" se ha instaurado en el vocabulario del día a día, de la noche a la noche, del parlamento a la televisión, del senado a la radio, del DUI a la Constitución, del cupo a los presupuestos, lo más oído a todas horas es la "coletilla".
Da a entender que estamos en el colegio, cuándo éramos chiquitos, con cinco o seis años; se asemeja a cuando nos encontrábamos en casa rodeado de hermanos y asistíamos a una bronca de papá o mamá; es como si en la pandilla, cuando adolescentes, comparábamos los músculos de los biceps (hoy en día los abdominales), y en todos los casos siempre salía a la luz la "coletilla".
Parece como si, con el paso de las generaciones, cada vez se instaure más la cobardía entre nosotros; es como si cada vez más, nos quitáramos de encima el polvo de nuestras responsabilidades con la "coletilla",  parece como si cada vez fuéramos más tarde hombres y mujeres hechos y derechos, e incluso algunos o algunas, nunca lo son.
¡Estamos lamentablemente en un black friday de valentía!
Todos los errores, fracasos, decepciones, estafas, dejadeces, olvidos, robos, injusticias, y todo lo demás, lo queremos solucionar con la "coletilla", que a todos los efectos, no es más que un consuelo de tontos; al final, esos tontos, somos los que cada vez nos quedamos más perplejos escuchando contínuamente esa tan traída y llevada "coletilla":
¡"POTÚ MÁS"! (Pues tú más).

21 noviembre 2017

¿QUÉ ES LA VERDAD?

Esta mañana, viendo las noticias que ya nos hastían a diario...
Que si yo digo la verdad, que si la digo yo; que si yo miento, que si tu mientes; que si sí, que si no, que si yo digo, que si tú dices...
Se me ha venido a la mente una conversación cantada entre Pilatos (Alfonso Nadal) y Jesús (Camilo Sexto) en esa espectacular opera rock de Andrew LLoyd Webber y Tim Rice, Jesucristo Superstar:
-Jesús: Estoy aquí, buscando la verdad.
-Pilatos. ¿Qué es la verdad? ¿Acaso es una ley? ¿Es mi verdad, o tu verdad lo es?
Y el pueblo contesta: ¡Crucifícalo!
¿Hay alguien que diga alguna vez toda la verdad y no deseen su crucifixión? 
Normalmente, si dices la verdad, haces daño; y si la dices en política, entonces... Lo que yo digo: ¡Crucifixión!
La Comunidad Europea debería instaurar una subvención para los políticos que digan la verdad, y una comisión para los que mienten, tendría dinero para acabar con la pobreza en Europa.
Allá por los años en los que nací, un negro al que asesinaron por decir la verdad, acuñó una frase con la que hoy me despido:
¡Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de otros!
Martin Luther King (1929-1968)

20 noviembre 2017

PUEDE QUE...

Puede que en algún momento, tengas necesidad, o sin ella, de hacer algo que no es coherente; siempre tendrás un hueco, tendrás tiempo para arreglarlo.
Puede que en alguna situación, hayas hecho un mucho, o un poco de daño a alguno de tus semejantes; siempre tendrás un rato, tendrás tiempo para pedir perdón y seguir adelante.
Puede que en alguna ocasión, apliques sufrimiento a quién no lo esperaba de ti; siempre tendrás un lapso, tendrás tiempo para curar esas heridas.
Puede, que en alguna etapa de tu vida te creas superior a los demás, más inteligente, más guapo o guapa; siempre tendrás un momento para reflexionar y actuar con la humildad de un hombre o mujer.
Puede que durante tu vida laboral, hayas pisado continuamente a compañeros que estaban por encima o por debajo de ti para trepar en el escalafón, o por el siempre hecho de quedar bien con los superiores; siempre tendrás tiempo (antes de jubilarte o que se jubilen), de entonar el “mea culpa” frente ellos o ellas y restablecer la compaña.
Puede que en el transcurso de tu existencia, engañes, estés engañando, o te engañes a ti mismo, o a ti misma continuamente, puede que vivas con la mentira adosada a tu espalda, puede que hasta en muchos momentos creas que es verdad lo que dices o lo que cuentas, sin recabar en el dolor que causan esas patrañas a los que conviven contigo.
Puede que creas que eso que hiciste mal y que de vez en cuando se te pasa por la mente, eso que no te deja dormir cuando lo recuerdas de noche, eso que ya te duele por dentro casi todos los días, cuando creas que todo eso te debe de  acompañar hasta que te vistan con el “pijama de madera”...
¡Nunca estarás más lejos de la realidad!; siempre queda una oportunidad, siempre hay un resquicio, nunca es tarde para rectificar y recuperar la paz.



17 noviembre 2017

UNO NO TERMINA NUNCA DE CONOCERSE.

A cuenta de la lectura de una de estas reflexiones, por parte de mi amigo Paco recibo esta pregunta…
¿Será que uno no termina nunca de conocerse?
Así titularé esta reflexión hoy.
Desde que nacemos, la vida, las circunstancias, los avatares, no dejan de sorprendernos.
Con esas sorpresas, la mayoría de las veces desagradables, vamos aprendiendo a vivir; aprehendemos a sobreponernos a las adversidades y seguir adelante; podemos hacer más cosas al ser cada vez más fuertes, más altos, más mayores.
Conocemos la palabra, la escritura, la música, la pintura, la lectura y seguimos atesorando conocimientos.
Tenemos decepciones, amores, amigos, “des-amigos”, hijos, nietos, pareja, compañeros.
Dedicamos nuestra existencia al estudio primero, y al trabajo después y seguimos adelante.
Pero hoy me quiero detener en lo que realmente pasa dentro de nosotros; cada vez que tenemos una experiencia, leemos algo, observamos algo, en suma, cada vez que vivimos algo, yo creo que mutamos nuestra existencia. Ni crecemos, ni aprehendemos, ni sabemos, solo y exclusivamente: MUTAMOS, nos transformamos en otra persona, muy parecida a la anterior es cierto, pero diferente.
Es real que, antes de cada momento de nuestra vida tenemos una personalidad, pero esa forma de ser puede cambiar con cualquier cosa, con cualquier beneficio, con cualquier desgracia o decepción.
¿Actuaríamos igual o pensaríamos igual sobre el holocausto, si no lo hubiéramos leído y visto en imágenes?
Seguro no.
Pues con cualquier cosa, igual; haced un examen de conciencia y veréis como llevo razón.
Ahora con tantos piratas, tanta maldad, tanta infamia, tanta manipulación de noticias inventadas en las redes sociales (antes era el boca a boca del cotilleo), hemos llegado a un punto en el que, si nos lo creemos todo, o algo, o poco de lo que suben a internet, y no nos preocupamos de comprobarlo (cosa harto imposible), tanta maraña, al final nos estarán haciendo mutar hacia donde ellos quieren que mutemos.
¿Os suena eso de algo en el noreste de España? Solo por poner un ejemplo.
En este caso han mutado ellos, y seguramente nosotros también. Y por supuesto, una vez que un gen muta es imposible “desmutarlo” ¿O sí?
Quizás deberíamos aprehender a utilizar el pensamiento lateral, analizando las cosas desde otro punto de vista totalmente diferente al que nos meten por los ojos o por los oídos.
De todas formas no deberíamos olvidar, que cada experiencia, te hace ser otra persona.



15 noviembre 2017

¿ÉL, O SU PERRO?

Hoy, como casi todos los miércoles, he bajado al centro; se vislumbra que ya estamos en noviembre, tampoco era normal la temperatura que nos estaba acariciando la piel últimamente.
Cada año, cuando los retazos del viento del norte se acercan a la ciudad, ellos y ellas asoman por los soportales, los dinteles de las viejas casas deshabitadas, o en los cajeros que se ubican dentro del recinto de los bancos.
Él, o su perrita, se acurrucan el  uno contra la otra para darse un poco de calor que haga más llevadera la fría madrugada; ella, o su perro, techan su vivienda en el portal de una casa añeja, (el de Belén era bastante más acogedor) con un raído paraguas negro y unas mantas apolilladas que detienen un poco el relente nocturno; él, o su perro, utilizan esteras de espuma, de esas que otros desgastan para hacer abdominales, como si fueran cómodos colchones biscolásticos para intentar descansar algo iluminados por la luna; ella, o su perro,  acumulan botellas de plástico que simulan jarras de latón, de esas que derramaban agua en las palanganas blancas con el ribete rojo, con el simple propósito de beber y lavarse un poco, más bien poco.
No sé quién soporta más mugre, si él o su perro; desconozco quién tiene más piojos anidando entre sus pelambreras, ella o su perro; por ende, ignoro quién tiene las greñas y barbas más largas y sucias, él o su perro; tampoco se quién de los dos comerá menos hoy, ella o su perro.
Giro la cabeza hacia el kiosco de enfrente y me deslumbra una batería de titulares de todos los colores:
Estamos  preocupadísimos con tantas siglas políticas, DUI, CIU, ERC, PSOE, PNV, PP, C´S, JPOD, etc.; estamos turbados con los problemas de financiación autonómica, hartos de procesos inútiles, desconcertados con tantas tramas en las que se perdió tanto papel moneda, confundidos con los delirios ocultivos de porcentajes de mordidas, hastiados de sueldos y más sueldos de empleados nuestros, que hemos votado y que trabajan más bien poco por nuestro bienestar; turbados con demasiados golpes de pecho, que normalmente suenan a hueco, porque el corazón que tenía que recibirlos, hace tiempo que se secó; todo eso que nos avasalla para que no nos hagamos la pregunta que todos tendríamos que hacernos...
¿Quién se morirá antes, él o su perro?
¡PAÍS!

09 noviembre 2017

EL LOBO DORMIDO.

Cada uno de nosotros, desde que tiene uso de razón, mantiene en lo más profundo de su ser a un lobo dormido.
Aunque el animal esté aletargado, no deja de escuchar lo que nos dicen, no deja de sentir lo que nos hacen, no deja de oler lo que olemos, no deja de aprender lo que aprendemos, no deja de engendrar lo que nos inculcan, no deja de modelar su personalidad con lo que nos repiten día a día, noche a noche;   no deja de alimentarse, durante toda nuestra existencia, de las circunstancias  que rodearon y rodean nuestra vida, así como las vicisitudes que pasamos en ella; y él, normalmente sigue durmiendo.
Pero cuando algo que te hacen o te dicen, provoca que ese lobo despierte, está en la voracidad de esa fiera que llevamos dentro, la capacidad de respuesta de la misma.
A más voraz que sea el lobo,  o duro y contínuo sea el ataque, la  respuesta será más desproporcionada.
Esto puede explicar algunas de las respuestas a ataques, desplantes y provocaciones que reciben o recibimos en algún momento de nuestra vida; y el despertar de muchos lobos que llevamos dentro en estas últimas fechas, con el conflicto entre hermanos en el que estamos inmersos.
Ya lo dijo, hace mucho tiempo el gran jefe cheroki Sequoyah (cerdo), cuando le preguntaron porqué había hombres malignos:
-Hijo, dentro de cada hombre hay una batalla entre dos lobos; uno malo y otro bueno, en esa batalla siempre ganará el lobo al que alimentes.
Y así se escribe la historia.

07 noviembre 2017

ACELERANDO EL CREPÚSCULO.

Sentado a la luz del sol, esa que alimenta mis sentidos, contemplo a lo lejos el crepúsculo del día.
Mirando el cielo en el horizonte, se funden tantos colores a lo lejos, que parece una paleta irisada de un afamado pintor.
Observo el ocaso, y pienso... se me viene a la mente... que así, como yo veo el atardecer, los más mayores observan cómo se les va la vida, pero actúan de otra forma diferente a mí, aunque ya mismo...
Si yo disfruto y gozo viendo como el sol juega al escondite,  y me deleito poco a poco, paso a paso con la caída de la tarde; ellos, sintiendo que se les acaba el tiempo, desearían que ocurriera una ocultación corta, y a otra cosa; para que les de lugar a hacer muchísimas más antes de irse.
Si bien, en el día a día, la existencia se les hace lenta, porque la agilidad declina, la visión se oscurece, las articulaciones gritan y los sentidos se oxidan; ellos quieren vivir las cosas rápidamente, solo y exclusivamente para poder llevarse más vivencias.
Cuando éramos niños y queríamos cumplir los dieciocho para sacar el carnet, ser mayores de edad y poder hacer cosas que antes no podíamos; ellos o ellas nos decían:
- No por mucho madrugar, amanece más temprano.
- No tengas prisa por saber lo que el tiempo te dirá.
- Vísteme despacio que tengo prisa.
En suma, un sinfín de refranes para que no aceleráramos el tiempo justo; pero que ellos y ellas, ahora, cuando el sol casi se les esconde en el horizonte, ni de coña los aplican.
Paradojas que nos enseña esta vida nuestra.
Procuremos ser felices e intentemos hacerles llevadera la caída de la tarde.



06 noviembre 2017

LA ARENA Y LAS OLAS.

Hay miles de frases de grandes pensadores que nos animan a seguir adelante, pásenos lo que nos pase en algún momento de nuestra vida.
Internet, facebook, twitter, etc. están inundados de estas frases encuadradas en fotos bonitas de paisajes, parejas, trenes, árboles, campos, etc.
Buda, Nelson Mandela, John Lennon, Fiedrich Nietzsche… y el más prolífico de todos: Pablo Cohelo.
“No podemos estar en el presente añorando el pasado”; “debemos dejar atrás el pasado para poder tener un futuro”; “la cárcel más grande no está hecha de rejas y barrotes, sino de recuerdos negativos”; “no mires atrás ya no vas por ese camino”.
El etcétera es inacabable, inconmensurable, diría que infinito; pero en verdad, cuando los recuerdos te abrasan el alma, todas estas frases lo que te dan en vez de ánimos, es mucho por saco (dicho finamente).
Yo, paseo lentamente por la orilla de la playa, andando despaciosamente, disfrutando del concierto que me ofrece la orquesta marina, deleitándome con la luz del cuadro que pinta el sol en el horizonte, sintiendo en mi curtida piel la brisa yodada, que a veces, hasta me pone la carne de gallina; inspirando el olor a océano que me llega tan adentro, saboreando en mis labios las salinas blancas. No necesito mirar atrás a las huellas que  voy dejando en mi andadura; tal vez pisé una piedra, acaso me picó una medusa, en otra ocasión la fina arena me acarició los pies, en otro momento encontré una colilla; pero si miro a mi espalda, las pisadas son siempre contiguas, una detrás de otra; si pudiera alcanzar con mi vista el principio de la caminata y comprobar todas las pisadas, empezarían con el tranco más corto, continuarían con la zancada más amplia y profunda, ora dos pisadas, ora cuatro, otrora pisadas más pequeñas alrededor de las tuyas que van creciendo; más adelante se va recortando el paso, pero será profundo todavía.
Al frente, sólo hay arena donde seguir dejando la huella de mis pasos, y a mi espalda las pisadas que fui dejando en mi camino.
Un día llegará, y de eso sí estoy seguro, que el mar enviará una ola gigantesca, enorme, que borrará de un plumazo todas las huellas que fui dejando en la arena.
Y vendrá otro, u otra, detrás que irá dejando un nuevo rastro, y las mareas seguirán subiendo y bajando; pero los que caminaron conmigo recordarán por siempre esas pisadas que iban delante suya y que les marcaban el camino.
Algún día, las olas se llevarán las huellas de nuestra vida, e incluso las cenizas de nuestro cuerpo hasta las profundidades de la eternidad, ahí empezará el ejercicio de memoria de los que nos aman o nos han amado alguna vez.
Procurad sed felices.


03 noviembre 2017

CUÁNTO TE AÑORO, VIDA MÍA.

Por Dios, ¡Cuánto te echo siempre de menos!
Hace tanto tiempo que espero tu regreso, que no se si vendrás a visitarme, de paso, para decirme hola y adiós; o pasarás junto a mí una temporada.
Desde que te fuiste de mi lado, no he parado de mirar a la carretera que proviene de Huelva, por si decidías volver algún día; no te animabas nunca a regresar a mi lado, y hace mucho que te he añorado. 
Alguna tarde que otra, he asomado mi mirada a la ventana, y he buscado tu coche gris, nunca aparecías; de noche, en la oscura penumbra, esperaba que me deslumbraras con las ráfagas de luz de tu auto que me avisaban desde lejos que venías a visitarme; te veía venir mucho antes de escuchar el runrún ronco de tu auto, ese que parece etéreo, de espuma.
Ha pasado tanto tiempo que ya ni te esperaba; temí, que si llegabas como otras veces has venido (inundando mi casa con tu avalancha indeseada), me hicieras daño como ya me hiciste en otras ocasiones; pero en esta paradoja en la que me encuentro, prefiero que vengas, me aguantaré si me perjudicas, pero quédate conmigo algún tiempo porque te necesito demasiado.
Esta noche, mientras dormía, sentí tu coche a lo lejos, como un perrillo faldero escucha antes que nadie cuando viene su amo, no vi tus luces porque tenía las persianas bajadas, pero te presentí...
Tu aroma es inconfundible, querida; y además sabes que ese perfume me vuelve loco, pero te empeñas en venir a verme cada vez más de tarde en tarde y eso puede conmigo, me destroza.
¡Cuanto te añoraba, vida mía!
Creo que te añorábamos, porque tú eres la vida mía y la de todos, y nos estábamos casi muriendo de sed.
¡Bendita seas, porque nos haces mucha falta!
¡Anda, quédate unos días con nosotros, por favor! 
Como diría mi admirada Lina Morgan: Gracias por venir, querida lluvia.

27 octubre 2017

LA RULETA RUSA.

Viste de negro, con camisa blanca y corbata oscura; tiene aspecto de chico de Liverpool pero ya un poco mayorcito, y debe ser el salvaguarda de la legalidad y la normalidad en su comunidad, pero le gusta el juego.
Tiene una pistola, un colt del 45 de tambor, se pasea con ella continuamente; hace unos meses, unos socios pero no amigos, le regalaron una bala, una bala de oro supuestamente, que tiene grabada las letras D.U.I.
El hombre de negro, que ora anda acelerado, ora pasea reposado por pasillos y salones, aficionado al riesgo, decidió jugar a uno de los juegos que más peligro conlleva: la ruleta rusa.
Introdujo la bala en su colt del 45 y giró el tambor varias veces,  auspiciado por un socio que lo mal mira, se subió a un estrado  y presionó el gatillo...
¡Clic!
Casi termina con lo que el hombre de negro representa; sus socios le siguen impulsando a jugar, sus conocidos le reprenden advirtiéndole que puede morir en el intento, y mucha gente le increpa que sea valiente y gire de nuevo el tambor.
Y otra vez lo hace, mete la bala de oro, y lo gira varias veces, de nuevo se sube al estrado y...
¡Clic!
El percutor de nuevo no encontró el detonante de la bala, el señor de las gafas se escapó de nuevo de la muerte anunciada.
Así lleva unos meses jugando, a expensas de que en uno de esos giros, el tambor se acomode donde la mayoría no quiere que lo haga, y entonces....
Hoy parece que de nuevo va a girar el tambor, y va a apretar el gatillo, ojalá el sonido que escuchemos sea clic de nuevo.

24 octubre 2017

ÉRASE UNA VEZ... LA LIBERTAD.

Érase una vez un pobre que pedía diariamente en la esquina de la calle Real del pueblo; todos los vecinos creían que no tenía ni para comer porque así lo proclamaba a boca llena; nunca mejor dicho a boca llena, esa que tenía comiendo a dos carrillos cuando llegaba a casa donde tenía el frigorífico repleto.
Érase que se era, una señora que clamaba a diario que tenía mucha sed, que se moría de sed, pero llevaba al cuello continuamente una cantimplora con agua limpia y fresca.
Érase que se era, uno que protestaba vehementemente por no poder dormir a las doce del día, después de haberse acostado a las diez de la noche.
Érase que se era, una chica que vi pidiendo en la puerta de la parroquia de la Anunciación de Sevilla, cuando de nuevo me di la vuelta para mirarla, conversaba por un iphone; no tuvo más remedio que marcharse.
¡Que mala es nuestra sanidad!, y tenemos operaciones, atenciones, consultas y tratamientos que en otros países mucho más desarrollados deberíamos pagar de nuestro bolsillo, e incluso endeudarnos para toda la vida por conseguirlos, y en los menos desarrolados ni te cuento.
¡Que mala es nuestra educación!, y tenemos enseñanza prácticamente gratuita para aquel que la aproveche; en otros sitios más poderosos, hay muchas familias hipotecadas de por vida para pagar los estudios universitarios de sus hijos, de los paises que menos tienen, ni hablamos.
¡Que malo es nuestro sistema de pensiones!, y hay millones de conciudadanos que perciben una pensión y jamás han cotizado para ello.
¡Nos están robando! El que esté libre, que tire la primera piedra.
Si algunos o algunas no tuvieran esa libertad que tanto pregonan que no existe, no serían libres  para expresarse libremente clamando que les ha sido expropiada.
Como diría Unamuno: El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando; y yo añado: el desprecio a los beneficios de los que disfrutas se cura careciendo un tiempo de ellos.
Aún así, todo es mejorable, pero  creo que para mejorar algo, primero tienes que tenerlo.
De las "cosas del querer" me pronunciaré otro día.



23 octubre 2017

¿COMO EN CASA?

Hay cosas que no tienen explicación; hay maneras, de los que vivimos en esta sociedad, que no tienen razón de ser; hay situaciones en las que los espejos desaparecen siendo obviados y nos comportamos  de una forma contraria a lo que lo hacemos normalmente con nosotros mismos; quizás porque no nos atrevemos a hacerlo cara a cara, o no tenemos la costumbre de realizarlo en nuestra propia casa.
No eres capaz de enfrentarte cara a cara a quien abusa de ti, y pones como un trapo a un árbitro de fútbol arropado por esa masa que te encubre.
Seguro que cuando paseas a tu perro, no paras al lado de las ruedas de tu coche para que haga “pipí”, lo dejas para que lo haga en otro coche.
Cuando fumas no tiras las colillas en el suelo de tu casa, ¿O sí?
¿Y los papeles y cáscaras?
Normalmente, cuando enciendes una luz en casa, la apagas para ahorrar; pues en la mayoría de los servicios públicos: bares, supermercados, restaurantes, etc. normalmente las luminarias siempre están encendidas y es porque alguien se las dejó así.
Si encuentras un arañazo en la puerta de tu coche abominas del que te lo hizo  y se largó; después eres tú el que huyes tras romper el retrovisor del que estaba aparcado al lado tuyo.
Te emberrinchas cuando alguien se ha quedado con tu dinero queriendo, o sin querer, pero tú no devuelves lo que te han dado de más.
Echas demonios por la boca cuando se te cuela un coche en la cola  donde esperas, pero de vez en cuando tú también te entremetes.
Criticamos continuamente al vecino de enfrente, o al de al lado, y seguimos sin ver la viga en nuestro ojo.
En fin, en la calle y con otras personas, actuamos la mayoría de las veces, de forma diferente a como lo haríamos en casa o con nosotros mismos; y lamentablemente así nos va.


18 octubre 2017

VÍCTIMAS.

Parafraseo a mi amigo y magnífico escritor Andrés Pérez Domínguez y su libro “El violinista de Mauthausen” que dice:
En París, una pareja está a punto de casarse en la primavera de 1940, pero la Wehrmacht invade Francia y él, republicano español exiliado, es detenido por la Gestapo y enviado al campo de exterminio de Mauthausen. Ella colaborará con los servicios secretos aliados, dispuesta a cualquier cosa para salvar la vida de su prometido. 
Se tilda a algunos como presos políticos cuando miles y miles de ellos, de ambos bandos, pagaron con su vida su condición de preso político; el protagonista de esta novela también fue preso político, como otros muchos, en campos de concentración europeos. Acusan de represión brutal a la actitud de las fuerzas de seguridad del estado de hace unos días, ni idea de las represiones de los “grises” de no hace tantos años; el terrorismo también es otra cosa y si no que le pregunten a las últimas víctimas del atentado de Barcelona.
El otro día vi una foto de una multa de 30 pesetas por estar a menos de diez metros de un guardia civil.
Es necesario un acto de concienzuda reflexión, muchísimas de las personas que hoy en día vivimos en este país no tenemos, y me incluyo, ni idea de lo que es pasarlo mal, estar en tensión todo el día, el miedo de salir a la calle, el pánico a que llamen a la puerta (en ambos bandos) al caer la tarde, incluso a reunirse más de tres personas en la calle; no sabemos lo que es trabajar duro  físicamente por un mendrugo y un poco de tocino de sol a sol; no se recuerda lo que era vivir sin internet, casi sin juguetes, sin comida, pasando hambre, pagando al médico para que te cure, sin pagas de jubilación, sin agua corriente, sin váter, y un sinfín de cosas más.


Hoy, penosamente, todos y todas somos víctimas de todo; protestamos por todo, llevamos la razón en todo, lo hacemos todo bien (y si nosotros lo hacemos bien, tiene que haber alguien que lo haga mal). Todos y todas somos hoy en día víctimas de nosotros mismos, víctimas de nuestra reducida memoria histórica, víctimas de nuestra prepotencia, e incluso diría más; hay muchos, muchos y muchas que usurpan hasta la condición de víctimas y se quedan tan panchos.

12 octubre 2017

ALMA EMPAPELADA.


Me ruboriza esa mirada despistada, esa sonrisa mudada con la que nos habláis; escondéis la luz de vuestros ojos, esa que puede delataros, con unas gafas brillantes y escrupulosamente limpias, en las que se refleja la luminosidad del ambiente que os rodea en cada momento.
Cuando os dirigís a mí directamente, las persianas de vuestras pestañas o el cierre de vuestros párpados, no me dejan ver cómo son las pupilas; balbuceáis metáforas; las hojas volátiles, que en buena medida os escriben, esos guiones  que os limitáis a interpretar, tienen mucho de novela de aventuras, de relato histórico novelado, de drama de amor y odio; más odio que amor en casi todas las páginas.
Seguís titubeando, zozobrando mi alma y la de millones de personas; vuestros oídos parecen como taponados por una cantidad ingente de papeles que se interponen, entre lo que dicta vuestro corazón y lo que articula vuestra boca; y no me quiero ni imaginar lo que escondéis en lo más recóndito de vuestro ser, en esa caja donde se guardan los más bajos sentimientos, las más bajas pretensiones, donde todos “atesoramos” nuestros más bajos deseos: el poder, el ansia, el dinero, la violencia, la venganza, el odio, etc. etc.
Es un juego, en el que interpretáis vuestro papel; igual que los futbolistas en el fútbol, os decís: perros judíos, hijos de puta, la concha de tu madre; y al final cuando acaba el partido, saludos, abrazos, negocios juntos, bodas y todas esas cosas.
Os escondéis detrás del traje, de la corbata, de la ideología, de la camiseta, del vaquero, de la coleta, del vestido de chaqueta, de lo que digan las bases, de la sudadera; pero nunca, nunca en público, habláis ni una puta vez sin contar mentalmente los votos que podéis  perder o los escaños que deseáis conseguir.

Eso es cambiar vuestra alma por papel, conlleve lo que conlleve ese papel.

10 octubre 2017

ESTO ES LA VOZ.


Hay momentos, quizá demasiados, en los que te sientes dañado por tí mismo, o por tí misma, miras en el espejo y este refleja: que has perdido el pelo, que se está volviendo blanco, que tienes una o dos o tres arrugas más, que se te han caído los pechos, que los abdominales  se convierten en uno y este se va descolgando progresivamente, que los pelos nacen y crecen donde no quieres,  que has puesto algunos kilos, etc. etc. Para qué os voy a contar si todos y todas sabéis a lo que me refiero. Esas sensaciones que te hacen decir: ¡Que fea o que feo estoy!
Entonces... 
Empiezas a odiar al espejo, asomas a la puerta del baño a escondidas, queriendo pasar como de puntillas por el trámite de peinarte o arreglarte a diario, te atusas el pelo con la luz apagada, solo con el reflejo luminoso del pasillo, te vistes y te miras de arriba hacia abajo pero no de frente; todo eso pasa por no actuar como los concursantes de "La Voz".
Cuanto te presentas a concursar en "La voz", tú ya debes de ser  consciente de que vales, de que estás preparado o preparada para ello; después se podrán dar la vuelta o no, te podrán aceptar o no, pero siempre a expensas de lo que expreses delante del micrófono, nunca del aspecto que presentes en la prueba.
Y con todo y con eso, puedes no gustarle a ninguno de los cuatro jueces y ninguno pulsará el botón rojo; aunque después intenten minimizar el fracaso que para tí supone.
Pues es la táctica que debes seguir, si eres consciente de que vales, de que eres auténtico o auténtica, no hay porqué mirarse al espejo, una cortina que lo tape, y una cita a ciegas con el destino.


09 octubre 2017

JOHN LENNON Y LA INDEPENDENCIA.

Hoy hubiera cumplido setenta y siete años, si la vejez lo hubiera respetado y si un descerebrado no le hubiera disparado hasta en cinco ocasiones, hace ya treinta y siete navidades.
Anoche soñando, me imaginé que este músico, poeta, “filósofo” y pacifista aún vivía, y lo hacía en nuestro país; soñé que había tenido la osadía de hacer un comunicado para el tema que ocupa nuestro día a día, y que opaca el resto de los graves problemas a los que nos enfrentamos.
Ese comunicado diría así:

Habéis // nacido en una prisión// (born in a prision) esa que representa vivir donde vivís; de pequeños, la mayoría habéis sido un // niño bonito// (beatiful boy) sin conocimiento de lo que se os venía encima; al nacer, vuestras madres rezaban y os salmodiaban: //Dios te bendiga// (bless you) para pedir que tuvierais una vida linda, para que triunfarais en vuestros proyectos de futuro y os educaron para ello.
En el transcurso del tiempo //un día en la vida// (a day in the life) te encaprichaste con //el noveno sueño// (# 9 dream) que tuviste, prometiendo que ibais a //venir juntos// (come together), pero se dieron cuenta y te avisaron: //no puedes comprarme, amor// (can´t buy me love).
Revelas progresivamente hacia donde te diriges, y te lo han advertido seriamente : ¡No me dejes! (don´t let me down)
Pero ya es tarde, ¿No?, ese //amor// (love) que os procesábais se ha enconado y ahora mismo duele demasiado.
//Imagina //(imagine) un país sin fronteras, imagina que no existe el dinero, el poder y muchas más cosas que nos enfrentan y //demósle una oportunidad a la paz //(give peace a chance), has de ver que //todo lo que necesitas es: amor// (all you need is: love); amor entre hermanos, vecinos, compañeros de trabajo, paisanos y todos los habitantes de la comunidad.
Lo más coherente sería: archivar todos los acuerdos, los papeles, borrar las conversaciones, los insultos, las agresiones verbales y físicas, los vídeos, las paparruchadas que nos hemos dicho,  y //con un poco de ayuda de mis amigos (with little help from my friends) iniciar vuestra relación desde un principio //como si empezáramos de nuevo// (just like starting over).

“La vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer otros planes”. 

Signado y rubricado hipotéticamente por John Winston Ono Lennnon en el día de su 77 cumpleaños.

¡Ojalá fuera cierto! ¿No?

Por lo menos sed felices.

03 octubre 2017

SIETE OJOS CON LOS VALIENTES.

Pasan con sus bicicletas por donde les da la gana, no por el carril bici, sino por las aceras, pasos de peatones, jardines, etc. ellos son muy "valientes" porque infringen las normas de circulación y no les da miedo; lo mismo que son "valientes" los que aceleran cuando el semáforo se pone en rojo y se lo pasan. Son también muy "valientes" los que van en moto en zig-zag de un lado a otro de la carretera como si fuera el único vehículo que circula por ella. "Valiente" es el que se enfrenta a la ley para desobedecerla, e insulta a los que la cumplen respaldado por la turba. "Valiente" el que engaña continuamente a su pareja; "valiente" es el que tiene la valentía de mentir, quedarse con lo que no es suyo, meter a un pueblo en una espiral que tiene difícil salida; "valientes" los que arengan a una sociedad a la ruina y al enfrentamiento entre vecinos y familiares sabiendo que, a él, no le va a pasar nada; "valiente" el que se toma dos o tres copas y coge el coche, "valiente" es el que te atraca con un arma en la mano, "valiente" el que atenta contra la vida de muchos cogiéndolos por sorpresa, por la espalda; "valiente" es el que te insulta amparado por muchos que lo arropan y lo encubren.
Valiente...
Ser valiente es otra cosa, y para muestra solo un botón: viudas con más de cuatro hijos que los sacaron a todos adelante sin pagas, ni ayudas, ni Cáritas, ni leche "migá", esas sí fueron VALIENTES con mayúsculas.
Con los "valientes" lo que hay que tener son siete ojos; a mí con el casi medio ojo que me queda, me va a resultar más difícil.

02 octubre 2017

COCA COLA PARA TODOS.

Hoy abro esta página de reflexión como en otras ocasiones, parafraseando al famoso anuncio de la Coca Cola que tantas veces hemos visto:
Para los de CDC para los del PSOE, para los ERC, para los del PP, para los que simulan heridas y las suben a las redes sociales, para los que han sangrado de verdad, para los que les duele el corazón; para los de ACN, los de CIU, los que iniciaron, para los que se quedaron absortos, para los de AMI los de Ciudadanos, para los de PDcCat, para los de Podemos y asociados, para los de patatín y los de patatán; para los que han utilizado a niños como escudos, para los que los han protegido, para los que han votado muchas veces, para los que no lo han hecho; para empresarios y empleados-clientes, para los catalanes que quieren seguir siendo españoles, para los españoles que quieren que sigan estando con ellos los catalanes; para los que viven allí y son del resto de España y para los de allí que viven por aquí; para los que se quieren ir, para los que no los dejan quedarse; para los Mossos, para los que se chulearon, para la Guardia Civil, para los violentos, para la Polícia Nacional, para los radicales que vinieron del resto de España y de Europa a provocar; para los de: ¡A ver si hay cojones de no dejarnos votar!, para los de: ¡A por ellos!; para los que han estafado a los de buen corazón (como tantas veces), subiendo fotos falsas y falsas declaraciones para violentar aún más al personal, para los que se han dedicado, dentro de la poca difusión  que tienen sus comentarios, a intentar hacer reflexionar a los descerebrados; para unos, para otros, pata ti y para mí:
LOS SERES HUMANOS TENEMOS LA MALA COSTUMBRE DE HACER LAS COSAS, SIN PONERNOS EN EL LUGAR DE LOS DEMÁS.
ASÍ NOS VA, Y ASÍ LES VA A LOS DEMÁS.


28 septiembre 2017

PREJUICIO Y POSTJUICIO.

Me vengo a referir a la extraña paradoja del anuncio del refresco acuario, ese que se toma con hielo, limón y sin sudadera.
Cuando conoces a alguien, automáticamente, casi sin hablar con él o ella, emites un prejuicio de esa persona. Si sigues con esa relación, para bien o para mal, vas entrando en su vida, en su forma de actuar, en su comportamiento contigo y eso hace cambiar el prejuicio que hiciste previamente, convirtiéndolo en post-juicio.
Hay muchas cosas que admiramos, sobre todo con nuestros ojos, que después son miserias, cosas escondidas y personas retocadas; otras, que nos deleitan los oídos y al final son mentiras, patrañas y bulos.
Más al contrario, con el tiempo, en el post-juicio: aprecias, valoras, te enamoras, te gusta, te cae bien, algo o alguien en particular por quien tuviste un prejuicio desfavorable.
Hoy en día, en nuestro país, hay un inmenso prejuicio al que nos han abocado treinta y tantos años de sectarismo; un prejuicio que ha ido pintando un retrato de la sociedad en la que han estado viviendo durante esos años; ese cuadro ya está saturado de retoques con photoshop para que luzca según ellos desean.
Si realmente se llega a exponer ese cuadro al público, ese mismo público que aplaudiría a rabiar esa exhibición, cuando empiece a ver detenidamente los trazos, comprobará que algunos son garabatos y borrones, de lo mal realizados que están. Y entonces...
El post-juicio, será mucho más penoso y decepcionante de lo que hubieran creído, y muy probablemente llegará a ser un perjuicio.

26 septiembre 2017

YO QUIERO HACER PIPÍ.

Hoy, como casi todos los días, me he despertado mirando el radio reloj de mi mesilla de noche, tengo que hacer un escorzo porque con el ojo derecho, "ná de ná"; pero esta mañana, ni con el ojo izquierdo, que es con el que medio me defiendo.
-¿Qué me está pasando?
Me refriego asustado el ojo, quizá una legaña inoportuna, quizá un poco de conjuntivitis, por Dios, otra vez ¡Nooooo!
Poco a poco pude ver las 7;45 que marcaba el luminoso rojo; posiblemente fue un poco de lacrimeo matutino lo que me impedía hacerlo.
-Parece que todo vuelve a la normalidad.
Entonces me pregunto: ¿Cuál es la normalidad?; ¿Qué es lo normal?
La normalidad depende de que valores muy mucho lo que tienes; normalidad es que veas cuando abras los ojos, oigas cuando te hablen; puedas tocar, acariciar, coger; te comuniques a través de la voz, que te embriagues con un dulce perfume, que degustes una buena comida; que puedas pasear a la caída de la tarde, coger el coche y hacer un viaje, ir a trabajar, jugar una "pachanguita" al fútbol, etc., etc.
Muy muchos, no tienen a mano esa normalidad; muy muchos se defienden, o nos defendemos cada día, para seguir adelante; muy muchos están continuamente, o durante muchas horas, viviendo a una máquina adosados o adosadas; otros dependiendo de biberones intravenosos para subsistir; muy muchos carecen de la libertad suficiente para irse un fin de semana a la playa, y otros, y me toca muy de cerca, algunas veces claman: ¡Yo quiero hacer pipí!
Al final, todo se convierte en normalidad, la cotidianidad de la vida de cada uno hace que lo que no debiera ser normal, sea continuado; y entonces...
Has perdido una parte, o mucha de la libertad que tienes como ser humano; pero, eso sí, continúas andando a través de todos los avatares que la vida te propone, ese es y debe ser nuestro destino. Ante todo seguir, dando gracias por poder hacerlo, pero seguir hasta que el destino decida, otros no tuvieron esa oportunidad.