No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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26 noviembre 2013

¿HASTA DÓNDE LLEGA EL BORDE DEL VASO?

Por muy paciente que una persona pueda parecer, estoy convencido que siempre debe tener un límite.
Todos tenemos un límite; todos tenemos un momento en el que decir: ¡Basta!.
Hasta la  paciencia, que es una de las virtudes que más admiro, tiene un límite.
Se oye mucho decir: ¡Esto es la gota que colma el vaso!.
Pero no somos conscientes que para que la gota colme el vaso, ha tenido que gotear insistentemente dentro de ese vaso; en algunos casos hasta diluviar dentro, y normalmente, siempre habrá una gota que lo colme, siempre contando con la inestimable colaboración de las demás.
Aunque algunas veces os den ganas de destrozar la mesa de un puñetazo, o arañar la pared de arriba a bajo; por favor, cambiad el vaso por un recipiente un poco más grande, y tened un poco de más paciencia.
Para todos mis amigos y amigas, que creen haber colmado su particular vaso de la paciencia, por motivos de “no trabajo”, desilusión, enfermedad, desamor, problemas familiares, enemistades….. No desesperad,  os ruego un poco más de paciencia, espero que al final tengáis recompensa.

Foto colección particular.


19 noviembre 2013

UNA FRACCIÓN DE SEGUNDO.

El tiempo, es tan relativo…..tan, tan relativo, que pueden pasar días y días, noches y noches; semanas, meses, y no pasar nada; volar el verano, instalarse el otoño, perfumar una primavera, derretirse un invierno, y no pasar nada; y si va pasando algo, algunas veces es tan irrelevante, que la mitad de esas veces no te acuerdas de nada.
Pero hay momentos en nuestra existencia, que solo hace falta una fracción de segundo para cambiar el rumbo de tu vida. Una decisión, una mirada, una genialidad, una ofuscación, una palabra de más o de menos, una mentira, una verdad, un flechazo, una acción, una dejadez, una sonrisa, una putada, una mano tendida, un favor (grande o pequeño), un sueño, un fracaso, un llanto…….
No tengo más que darle la razón a mi hijo, que siempre lo dice: algunas veces, pasan cosas, se toman decisiones en una facción de segundo, que pueden radicalmente cambiar tu vida, en tan solo ese pequeñísimo espacio de tiempo.

Esta noche, no tomad ninguna decisión, solo la de soñar.

11 noviembre 2013

ABRIR DENTRO DE MUCHOS AÑOS.

El otro día, me hallaba buscando en lo más recóndito de mi corazón; han pasado tantos, tantos años de aquello; que ya ni mi memoria se acordaba de lo que pasó.
Es curioso, la memoria selecciona los malos y buenos recuerdos; desintegra poco a poco los malos y enmarca para siempre en metacrilato los buenos, incluso con un toque de photoshop para hacerlos aún más atractivos.
En el corazón, es al contrario, las heridas suelen cicatrizar, pero de vez en cuando, ese resquicio de dolor aflora y duele, y recuerdas a quien te hirió.
La cosas buenas que te pasan, gracias a los demás, en el corazón se difuminan con cada latido, llegando a olvidar el nombre de quien las hizo.
Por si alguna vez, se me olvidó, te quiero volver a dar las gracias por el bien que me hiciste, hace tantos, tantos años.
Gracias papá, mamá, amigo, gracias amiga, gracias compañero, compañera, gracias hermano, hermana, gracias a tí.
PD. Ábrelo cuando pasen, muchos, muchos años, o cuando creas que no me acuerdo de tu persona.


05 noviembre 2013

LA CALLE, O LA VIDA.

Hoy me he dado cuenta de una cosa, que la vida es igual que una calle o travesía.
En los últimos meses hago casi a diario el mismo recorrido desde mi casa a casa de mi madre; me conozco cada losa rota del  pavimento, cada tornillo que sobresale de la farola que falta, cada modificación de la acera para la adaptación de la minusvalía, cada tapadera de contador de agua, cada flor de jazmín, huelo de memoria el perfume del romero, cada paso de peatones, en fin, una sucesión de cosas que se mantienen inertes en el día a día.
Pero cada travesía es diferente; saludas cada día a personas distintas, un día hay más luz, otro más oscuridad, otro húmedo, otro alumbrado por la luna, un día vas más animado, otro más apocado, un día risueño, otro triste; unas veces bajas acompañado, otras solo; en fin como la vida misma. La calle es como tu existencia, a veces monótona, a veces muy entretenida.
Yo os deseo que la vuestra sea entretenidísima.