El tiempo, es tan relativo…..tan, tan relativo, que pueden pasar días y días, noches
y noches; semanas, meses, y no pasar nada; volar el verano, instalarse el
otoño, perfumar una primavera, derretirse un invierno, y no pasar nada; y si va
pasando algo, algunas veces es tan irrelevante, que la mitad de esas veces no te
acuerdas de nada.
Pero hay momentos en nuestra
existencia, que solo hace falta una fracción de segundo para cambiar el rumbo
de tu vida. Una decisión, una mirada, una genialidad, una ofuscación, una
palabra de más o de menos, una mentira, una verdad, un flechazo, una acción,
una dejadez, una sonrisa, una putada, una mano tendida, un favor (grande o
pequeño), un sueño, un fracaso, un llanto…….
No tengo más que darle la razón a
mi hijo, que siempre lo dice: algunas veces, pasan cosas, se toman decisiones en
una facción de segundo, que pueden radicalmente cambiar tu vida, en tan solo
ese pequeñísimo espacio de tiempo.
Esta noche, no tomad ninguna
decisión, solo la de soñar.
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