No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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05 noviembre 2013

LA CALLE, O LA VIDA.

Hoy me he dado cuenta de una cosa, que la vida es igual que una calle o travesía.
En los últimos meses hago casi a diario el mismo recorrido desde mi casa a casa de mi madre; me conozco cada losa rota del  pavimento, cada tornillo que sobresale de la farola que falta, cada modificación de la acera para la adaptación de la minusvalía, cada tapadera de contador de agua, cada flor de jazmín, huelo de memoria el perfume del romero, cada paso de peatones, en fin, una sucesión de cosas que se mantienen inertes en el día a día.
Pero cada travesía es diferente; saludas cada día a personas distintas, un día hay más luz, otro más oscuridad, otro húmedo, otro alumbrado por la luna, un día vas más animado, otro más apocado, un día risueño, otro triste; unas veces bajas acompañado, otras solo; en fin como la vida misma. La calle es como tu existencia, a veces monótona, a veces muy entretenida.
Yo os deseo que la vuestra sea entretenidísima.

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