La otra tarde, viendo la noticias, en un altercado en un campo de fútbol, un padre intentaba proteger a su hijo para que no resultara dañado y se llevó varios palos de la policía.
Si respetas los límites de velocidad, un día que te pases de 120 km./h te pillan y te multan, cuando estas harto de ver como te pasan a 170 ó 180, seguro que a ellos no los pillan nunca.
Como tampoco pillan a los que continuamente van charlando amigablemente por el móvil cuando conducen, ahora ponte tú un día a hacer una llamada urgente.
Si haces alguna trampilla para pagar menos impuestos, tranquilo que te cogerán, a los que nadan en la trampa, creando sociedades falsas en paraísos fiscales y evadiendo impuestos, seguramente no los cogen.
Si vas a una manifestación a defender lo que crees que es justo, pacíficamente, sin insultar a nadie, y sin meterte con nadie, seguro que te la llevas; los que van para instigar, para alterar el orden, para reventar la paz, probablemente saldrán ilesos.
Y así se escribe la historia, siempre ha sido así, y siempre será; los que predican la paz, a los mansos, a los justos, a los sinceros, a los que odian la violencia, y también, porqué no, a los más tontos, siempre les toca; y si no que le pregunten a uno que se llamó Jeshua, y que vivió en Oriente Medio hace mucho tiempo.
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