Esta frase se repite una y otra vez en el vocabulario del dĂa a dĂa, y algunas veces, muchas, en los medios de comunicaciĂłn hablados o vistos.
A mi particularmente no me gusta, porque me parece que utilizando esa coletilla para todo, hace que cada vez nuestro vocabulario sea mĂĄs corto, eso sin contar cĂłmo explicarĂĄn los traductores de nuestro idioma el tan traĂdo y llevado "lo siguiente".
Lo siguiente de guapa es muy guapa, y su siguiente guapĂsima, y lo siguiente: un bombĂłn, guayabo, y varios adjetivos mĂĄs que se podrĂan decir.
Lo siguiente de tonto es muy tonto, y su siguiente idiota; lo que le sigue: gilipollas, imbécil, tonto del culo, y bastantes mås que también son descalificarivos.
Lo siguiente de inteligente es muy inteligente, y su siguiente inteligentĂsimo; lo que sigue: un "cerebrito", un mĂĄquina y otros pocos de calificativos mĂĄs.
Lo siguiente de rico es muy rico, y su siguiente riquĂsimo; despuĂ©s excelso, excelente, superior, y otro puñado de sinĂłnimos.
Lo siguiente de trabajoso es muy trabajoso, y su siguiente arduo o muy arduo, y ya lo que seguirĂa serĂa: un coñazo, una pesadez, penoso, agotador y un ramillete de sinĂłnimos mĂĄs.
Por ello, me niego a terminar los calificativos o despectivos con esa coletilla, creo que de la otra forma nos entenderĂĄn mejor en el mundo, y en los pueblos de la lengua castellana.
Esto no es..., es lo siguiente; pues esta tampoco serĂĄ la Ășltima entrada, espero y deseo que haya otra siguiente.
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