No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

08 septiembre 2018

APLAUSOS.

Recuerdo, por un momento, la pelĂ­cula de Martin Scorsese: "El lobo de Wall Street", cuyo papel protagonista lo interpretaba Leonardo di Caprio...
Cuando ese chico arengaba a sus empleados a vender humo, timando a miles de personas, y hacia nĂșmeros de las gentes a las que habĂ­an engañado y los beneficios que les habĂ­an reportado, todos gritaban eufĂłricos y aplaudĂ­an como locos al Lobo, la mayorĂ­a "empolvados" de cocaĂ­na.
También se me viene a la memoria la película de Ridley Scoot, "Gladiator", cuyo papel principal fue de Russel Crowe; en el momento en que el emperador Cómodo baja el pulgar mirando a las masas, el gladiador vencedor remata al gladiador vencido; y la masa, inmersa en el circo romano, grita y aplaude desaforadamente la muerte del luchador.
Hoy dĂ­a hay tantos que se sienten adulados por aplausos de personas que, muchas de las veces, estĂĄn compradas por un bocata y un paseo en bus, como pasaba, no hace mucho, en la clac de los teatros, allĂ­ aplaudĂ­an los que cobraban para ello.
Si puedes ser aclamado hasta la saciedad, si te aplaude mucha gente al unĂ­sono, si corean tus palabras, tus canciones, tus regates, tus arengas, o incluso tus naturales; ten siempre presente que nunca debes presumir de ello en tanto en cuanto no sepas quien te estaba aplaudiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario