No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

21 septiembre 2018

MEMORIA PROSPECTIVA.

Los que más o las que menos rondan por mis años, seguramente estarán de acuerdo conmigo en esta reflexión; tenemos una memoria de elefante a la hora de recordar momentos de nuestra infancia, recordamos al detalle, con pelos y señales, todo lo que ocurrió hace ya demasiado tiempo, diría yo.
Pero cuando llega la hora de acordarse de lo que comimos ayer, "chungo"; no recordamos si fueron garbanzos, pollo, habichuelas o yo que sé...
¿Qué leches comí yo ayer? Nos preguntamos frecuentemente.
A mi por lo menos me pasa con asiduidad, la memoria retrospectiva me funciona de maravilla, lo que es la de ayer, regular; pero la memoria prospectiva, que es la que nos permite recordar acciones que hemos de realizar... ufff.
No quiero ni decirlo.
He tomado la decisión de apuntarlo todo en una agenda, desde las citas del médico, a cuando he quedado para tomar café; desde el cumpleaños de alguien al que no puedo faltar, al inicio de las vacaciones; desde las tareas que tengo que hacer en un día, hasta lo que se me ocurre en un momento determinado para escribir; todo lamentablemente lo tengo que tener anotado, pues si no, hasta una simple cosa que tenga que comprar, se me olvida; (ahora sí, siempre me acuerdo de ella cuando voy camino de casa volviendo del supermercado).
Mi querida madre, hace tiempo que dejó de tener memoria prospectiva, y por eso tiene todo el almanaque cuajado de papelitos amarillos,  con lo que tiene que hacer, pinchados con un alfiler en el día correspondiente.
Y yo le decía...
- ¡Mamá hay que ver cómo tienes el almanaque de papeles!
Pues anda que si ahora viera mi agenda, me daba con ella en la cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario