Muchas veces me pregunto: ¿Cuándo termina una guerra?, ¿finaliza cuando se firma el tratado de paz, o el tratado de rendición, o el de no agresión, cuando lo proclama el vencedor, o realmente no termina?
No puedo opinar sobre ello, porque gracias a Dios no he tenido que vivir ninguna; pero hay tanta gente en el mundo que las han vivido y las viven, incluyendo mi país...
No puedo opinar sobre ello, porque gracias a Dios no he tenido que vivir ninguna; pero hay tanta gente en el mundo que las han vivido y las viven, incluyendo mi país...
Lamentablemente por aquí hay unas y otras "guerras", "guerras" en las que a los adversarios se les llama enemigos, "guerras" en las que los hermanos, familiares y amigos se enfrentan a diario con disparos dialécticos, muchos de fogueo, porque faltan a la verdad; pero hoy en día, las balas de fogueo hacen incluso más daño que las de plomo; "guerras" que acaecen por los males que contagian a nuestro orbe los que hemos elegido para que saquen a nuestro país adelante; "guerras" de títulos, de leyes, de dinero, de corrupción, "guerras" del ¡Pues tú más!, ¡Pues vuestro partido mucho peor!
La vida política y social de una comunidad no debe de ser una continua guerra, no somos enemigos; y aunque lo fuéramos, siempre será mejor levantar el pañuelo blanco y parlamentar, que matar a nadie por el simple hecho de ser del otro bando.
Para terminar esta reflexión me remito a las palabras del gran Napoleón I (Bonaparte) Premier Consul, Emperador de Francia, Copríncipe de Andorra, Protector de la Confederación del Rhin, y ante todo, General y gran estratega:
-En política hay que sanar los males, jamás vengarlos.
¿Cuándo se acabarán las guerras? Pero todas y las de todo tipo.
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