Y hablando de dietas y regĂmenes, el otro dĂa recordĂ© una dieta que he hecho muchos años, y en la que he comido mucho, mucho, y en la que normalmente perdĂ unos veinte kilos, seguĂ con una dieta de mantenimiento durante muchos años, no poniendo nunca mĂĄs de tres o cuatro kilos.
En este rĂ©gimen te puedes hartar de comer, y mientras mĂĄs comas, mĂĄs adelgazas; eso estĂĄ totalmente comprobado, pero hay que tener en cuenta que si te pasas en la comida te puede ocasionar daños colaterales, que en algĂșn momento, si abusas, pueden ser bastante graves.
Comes y comes y comes, y adelgazas, adelgazas y adelgazas.
Llega un momento en el que te preocupas de tanto comer, como me ha pasado a mĂ, y dejas de hacerlo, y entonces seguramente que empiezas a engordar.
Es una dieta inversamente proporcional, a mĂĄs comer menos peso, a menos comer mĂĄs peso.
Y en un momento me pregunté:
¿Eso cĂłmo es? Me lo expliquen...
Y me lo explicaron, en esa dieta, a parte de comer: algo de proteĂnas, lĂpidos, fibra, fruta, verduras, agua, y todos los ingredientes necesarios para mantener una buena dieta mediterrĂĄnea, es necesario atiborrarse de una comida imprescindiblemente.
Pues bien, el secreto estå en comerse mucho el cerebro y beberse dos litros de estrés diario; mientas mås cerebro comas y mås estrés bebas, mås delgado o delgada estarås, pero claro, eso tiene muchos efectos secundarios con los que hay que tener mucha cuenta.
Lo que tiene soluciĂłn se soluciona; lo que no, es una utopĂa, y el resto a vivir que son dos dĂas.
Mejor es, estar un poco rellenito, que comerse en demasĂa el cerebro y beber demasiado estrĂ©s.
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