A
veces me pregunto yo si no es un catedrĂĄtico, ni un licenciado, ni siquiera un
maestro; si no es ni un psicĂłlogo, ni un psiquiatra, ni un confesor; si no es
ni tu mejor amigo a amiga, ni tu marido o tu esposa, si no es ni tan siquiera
una persona, ni un padre, ni una madre, ni el diablo por viejo, ni por supuesto
un animal...
¿Quien
sabe mĂĄs de ti?, ¿es una cosa?, ¿lo dudas?, seguro que sabes cual es…
Es
la piedra en la que tropiezas una, otra, otra, y otra vez; esa piedra desgraciadamente
sabe mĂĄs de ti, de lo que tĂș podrĂĄs saber a lo largo de tu vida.
Por
eso mismo, la humanidad, los seres humanos, tropiezan concienzudamente en la
misma piedra a través de generaciones y generaciones. Pueblos enteros en el
cenit del poder y de la sabidurĂa, tropezaron
queriendo conquistar a todo el mundo, quisieron ser mĂĄs poderosos que
nadie abusando de su poder y sucumbieron. Una civilizaciĂłn tras otra
civilizaciĂłn, una cultura tras otra cultura, todas desaparecieron o
desaparecerĂĄn vĂctimas de su avaricia. Y ya lo dice el refrĂĄn: La avaricia
siempre rompe el saco.
A
veces me pregunto yo…
Buen
fin de semana a tod@s con calor para dar y para regalar, no sed avaros,
regaladlo.
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