Ha sufrido en los últimos años una segunda metamorfosis.
Si después de casi cincuenta años cerrada al culto y a los ojos del pueblo, si después de más de cincuenta años despojada de sus entrañas, saqueada y vilipendiada, incluso por algunos de sus paisanos, la Iglesia Parroquia de San Pedro fue recuperada en varias fases: un poco por el Belén Viviente, sufriendo una primera metamorfosis cuando era utilizada por el Sanedrín para sus juicios en el citado Belén y en la Pasión de Cristo; ahora ha sufrido una segunda metamorfosis y una eclosión.
A las gentes que trabajan en el Belén Viviente, se les debe la recuperación de los alrededores, se debió el inicio de resurrección de la Parroquia y a la Hermandad del Santo Entierro se le adeuda la conservación del Apóstol Pedro y a la "Encarnita"-
Años celebrando entre sus muros, en penumbra, las reuniones del Sanedrín, años conviviendo con mucha gente que nos visitaba, y que despertaron el interés por un templo que prácticamente estaba olvidado.
Durante años del Belén, después de informarme yo, intenté informar y explicar a quienes se interesaban de los visitantes, la historia de la antigua mezquita y su minarete, y el sentimiento común era:
¡Que pena, esto se podría restaurar!
Y se restauró.
Han sido dos años de trabajos y el sábado fue, literalmente, la eclosión de la Parroquia de San Pedro.
Aunque yo, como miembro del Sanedrín, echaré de menos mucho la Parroquia, no dejo de reconocer que ahora está dedicada para lo que se concibió, y para lo que nunca debió de dejar de ser, una Iglesia con culto.
Mi enhorabuena a la ciudad de Sanlúcar por despertar su historia, pero no se debe olvidar nada de lo pasado para no cometer los mismos errores.
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El antes y el ahora. |
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