La soledad y el vacĂo, han vuelto
a inundar los corazones de unos padres, de unos abuelos, de unos tĂos; en
resumen, de una familia.
La impotencia y la melancolĂa;
esa impotencia y esa melancolĂa que entraron por una de las ventanas de su
casa, hace casi cinco años, y que ya nunca mås abandonarån ese hogar, se han
apoderado de nuevo, y con mås fuerza de la familia después de un atisbo de
esperanza.
¿Hasta cuĂĄndo Dios mĂo?, ¿CuĂĄndo
se va a acabar este juego del ratĂłn y el gato en el que este hombre ha
condenado a esta familia? , ¿CuĂĄndo va a terminar esta tortura?.
Los dĂas tienen que ser interminables,
las noches eternas.
Por desgracia, el asesino, o los
asesinos, no sĂłlo han acabado con la vida de Marta; han destrozado lo poco o
mucho que les quede de vida a sus padres. ¿Eso cĂłmo se juzga?.
OjalĂĄ algĂșn dĂa puedan descansar
de esta pesadilla en la que se ha convertido su existencia.
Buenas noches.
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