En todas las culturas ancestrales, en todos los
poblados, en todas las tribus, en todos los reinos; siempre había un consejo de
ancianos que se reunía con el rey o jefe de la tribu antes de que éste tomara
una decisión.
El refranero español, tampoco se queda corto en
sus aseveraciones: EL DIABLO SABE MÁS POR VIEJO QUE POR DIABLO.
Considero necesario escuchar a los mayores;
siempre, siempre habrán pasado seguramente por lo que nosotros estamos hoy
pasando; no digo que sigamos al pie de la letra sus indicaciones (podrían ser
consejos anacrónicos porque no estamos viviendo en la misma época), pero no me
cabe la menor duda que seguramente nos podrán abrir una ventanita por la que
pueda entrar la luz ante una ofuscación, un problema, una duda, iluminando un
poco el camino por el que debemos caminar.
Solo por educación debemos escuchar a nuestros
mayores.
Los viejos lo creen todo, los adultos todo lo
sospechan, mientras que los jóvenes todo lo saben.
Es difícil ser joven y pensar como mayor, pero sí
creo necesario que exista la comparación de ambos pensamientos.
El arte de hacerse mayor, es el arte de conservar
siempre alguna esperanza.
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