No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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29 septiembre 2015

CÓMO ME GUSTARÍA.

El ojalá, que por cierto no viene del árabe "إن شاء الله" (in sha´a Allah) si Alá quiere; sino también del árabe "لو شاء الله" (Iaw sha´a Allah) Si Alá quisiese.
Un ejemplo: Mañana me pasaré a verte, si Dios quiere; (futuro cierto en tiempo presente). Cómo me gustaría pasar a verte, si Dios quisiera (imperfecto del subjuntivo) ¡Ojalá!
Cómo me gustaría que estuvieses aquí solo un rato, para darte la razón en tantas cosas que me reprochabas; cómo me gustaría que estuvieras aquí una pizca, para que escucharas a Jesús cantar fandangos como los que tú tarareabas; cómo me gustaría que estuvieses aquí unos minutos, para que te dejaras llevar en el coche conducido por Fran, ese al que tanto vigilaste en su parque. Cómo me gustaría que estuvieras aquí para una charla, un rato de risa con tus ocurrentes formas de llamar a los utensilios cotidianos; cómo me gustaría que estuvieses aquí solo un almuerzo, para comprobar por mí mismo esa fama que tenías de comilón.
Cómo me gustaría estar allí, cuando comprendas que todo lo que un padre o una madre hacen en esta vida es entregar la suya a sus hijos; cómo me gustaría estar allí, y pasear de la mano a alguno de mis nietos; cómo me gustaría estar allí y verte triunfar en lo que te propongas; como me gustaría estar allí para comprobar que ya no me necesitas; cómo me gustaría estar allí, para ver si es verdad que la vida pone a cada uno en su sitio; cómo me gustaría estar allí, para ver tantas cosas que tienen que pasar; cómo me gustaría parar el tiempo cuando estoy contigo. ¡Ojalá pudiera!
Todo son “gustaría”, todos son "ojalá" pero la vida cada día, cada hora, cada minuto te abre los ojos para confirmarte que del “gustaría” a la realidad, siempre hay un incontestable abismo.

Foto extraída de la página: harta.uy


1 comentario:

  1. Me ha encantado esta reflexión, me he emocionado al leerla. Yo creo que a todos los padres nos gustaría estar a lado de nuestros hijos cuando les ocurren cosas importantes. Pero sobre todo, a mi me gustaría estar allí para poder comprobar que ya no me necesitan y así soltar sin miedo ese ''cordón umbilical'' que nos conecta a ellos de por vida y hacer el último viaje con serenidad y la satisfacción del deber cumplido.

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