El trĂĄiler, en la carretera, abusa casi siempre
del autobĂșs, no obstante el bus asusta a menudo al todo-terreno; normalmente el
4 x 4 acobarda al utilitario, que a su vez amedrenta a la moto. La moto amilana
a la bicicleta; y la bici acojona al peatĂłn.
Y seguimos sin darnos cuenta que al final, cualquiera de los que conducen todos y cada uno de estos vehĂculos, es una persona, al igual que lo es un peatĂłn "de los de a pie".
¿Entonces?, ¿quĂ© somos?, ¿en quĂ© nos hemos convertido?
¿Cuando tenemos el poder, avasallamos; y cuando no, protestamos porque nos pisan?
¿Somos imbĂ©ciles hasta tal punto de creernos superiores a otros por: cargo, linaje, estudios, herencia, dinero, sabidurĂa, belleza, fuerza, etc.? Pues lo llevamos claro, porque el chĂłfer de un trĂĄiler muchas veces tambiĂ©n es peatĂłn.
Y seguimos sin darnos cuenta que al final, cualquiera de los que conducen todos y cada uno de estos vehĂculos, es una persona, al igual que lo es un peatĂłn "de los de a pie".
¿Entonces?, ¿quĂ© somos?, ¿en quĂ© nos hemos convertido?
¿Cuando tenemos el poder, avasallamos; y cuando no, protestamos porque nos pisan?
¿Somos imbĂ©ciles hasta tal punto de creernos superiores a otros por: cargo, linaje, estudios, herencia, dinero, sabidurĂa, belleza, fuerza, etc.? Pues lo llevamos claro, porque el chĂłfer de un trĂĄiler muchas veces tambiĂ©n es peatĂłn.
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