No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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13 diciembre 2016

HAY QUE VIVIR.

Pasa cada mañana delante de mi puerta, despacio, arrastrando los pies con el mismo ritmo acompasado que rueda el andador que la acompaña, te da los buenos días saludándote con una sonrisa triste pero luminosa. Hace tiempo perdió a sus dos hijos; el segundo, cuando se recuperaba de la partida del primero; y hace poco, cuando intentaba volver a soñar, su marido también se despidió para siempre.
Pero ella intenta seguir viviendo, siempre adelante, con las piernas y el alma cansadas, pero de frente.
¡Que ganas de vivir por Dios! 
Ante usted Sra. Carmen me quito el sombrero. Le deseo que el tiempo que le quede en nuestra compañía sea un tiempo de paz.

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