COVID PERSISTENTE.

Hace unos meses, en una visita del hijo de un buen amigo al médico por problemas respiratorios, después de hacerle muchas pruebas, de todo tipo, el diagnóstico fue: COVID PERSISTENTE.

Y hoy no quiero referirme solo y exclusivamente al COVID persistente que podrán padecer personas que todavía tengan restos que perduran de la infección de la que un día se contagiaron.

Me voy a referir al "COVID PERSISTENTE" en nuestra sociedad.

Todos los organismos cambiaron su modus operandi, de atención al personal, cuando la pandemia nos invadió, y parece que continúan igual o peor.

Imposible pillar una cita médica ni por teléfono, ni por ordenador, ni casi personándose en el centro de salud, ni por supuesto, llamando a "salud no responde".

También continúan los problemas en otras entidades oficiales para conseguir cita y para utilizar las páginas webs que te aconsejan cuando llamas.

Y hay otra rémora persistente también desde el COVID:

Me quiero referir a los veladores y toldos correspondientes a bares o restaurantes en una acera; estas aceras, están minadas de veladores y sillones más allá de los límites del susodicho restaurante, invadiendo la fachada de los comercios colindantes con el restaurante, en ciertos lugares.

¿No dicen que el COVID se ha superado?

Pues si pagas y tienes autorizado poner cuatro mesas, pues cuatro, o cinco, o seis o incluso siete; pero no quince.

Entre el cliente que está echado en la barra del bar que da a la acera consumiendo y el cliente que está sentado en un velador consumiendo también, y los camareros que están para arriba y para abajo, el espacio para pasar por esa acera asciende exactamente a menos de un metro. Hay personas minusválidas que van en silla de ruedas, con muletas, carritos de niños, cargados con bolsas, o simplemente están paseando y tienen que esperar a que pase una persona que está al otro lado de la fila de mesas, para pasar ellos; algunos y algunas sin empatía ni educación.

Antes de afirmar categóricamente que el COVID está superado, habrá que curar también las dolencias persistentes que nos deja el COVID PERSISTENTE. 

Foto de mi amiga Juani Mora