No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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20 noviembre 2016

CUANDO UN CIEGO LLORA.

Todos tenemos la costumbre (mala por cierto) de recetar medicinas y por ende somos creyentes en lo que se refiere a las recetas que nos endilgan los demĂĄs.
Recetamos a nuestros amigos, a nuestros conocidos, a nuestros hijos, mås tarde a nuestros padres y el colmo de los colmos, recetamos incluso a los que esperan con nosotros en la consulta del médico.
Aunque sea un error, con ello lo Ășnico que pretendemos es que nuestro mal o buen conocimiento sea trasmitido a los demĂĄs para intentar hacerles mejor su paso por este mundo.
Si hacemos esto con las medicinas; ¿por quĂ© coño no lo hacemos con todo en la vida?
Trasmitir conocimientos, regalar alegrĂ­as, entregar abrazos, donar buenas acciones, ceder nuestra bondad, ayudar sin mesura, querer sin barreras…

Debe ser muy difĂ­cil, porque algunos, hasta se entretienen en hacerle la vida tan complicada a los demĂĄs que resulta tan dolorosa como si un ciego llorase.

2 comentarios:

  1. Es cierto que hay personas que se cogen la vela del entierro sin que nadie se la dé. Otras veces somos tan prudentes que pecamos por omisión. Dónde estå la ponderación? ?? Dejémonos llevar por el corazón que la razón a veces se equivoca.

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