A la guerra la tenemos en las noticias como si fuera un reportaje de la cola del paro; la guerra se mantiene informada en todas las noticias, tanto de radio como de televisión.
La guerra prácticamente se retransmite al mundo entero casi en directo.
Se saben las decisiones de los países implicados en la susodicha guerra, tanto agresor, agredido, gente que ayuda al agresor y gente que ayuda al agredido.
Se conocen los millones de euros que se van a dedicar a la defensa de los atacados.
Estamos informados de las provocaciones, de las ruedas de prensa de los generales, y de la destrucción de todo tipo de edificios, civiles y militares.
Lo sabemos todo al dedillo, pero no sabemos lo más importante, y lo que realmente podría interesar...
¿Quién hace la primera provocación, qué provoca, y valga la redundancia, al inicio de una guerra, quién fue primero?
¿Es tan grande la cantidad de armamento que hay almacenado que hay que darle salida?
¿Tanto dinero genera la fabricación de armas?
Es verdaderamente lamentable que una guerra que solo produce muerte y destrucción esté literalmente tan viva para todos.
Las guerras han cambiado tanto...
Pero lo que no ha cambiado es que los dirigentes siguen la misma estrategia que en las guerras antiguas, y que se refleja en el Congreso de los Diputados, autonómicos y municipales…
Los unos siempre le echan la culpa a los otros.
Y los pagadores, los de siempre, los ciudadanos y los habitantes, en ambos casos.
Foto de mi última obra, tríptico marina en témpera. |
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