Un cardumen es un banco, pero no un banco como en el que trabajé yo durante muchos años, sino un banco de peces.
Supongo que se dirĂĄ banco de peces porque ahĂ se esconden infinidad de peces que se mueven acompasados, al ritmo de las corrientes marinas, y las olas.
Los peces que van en un banco, se sienten arropados por los demĂĄs, y siempre siguen los designios de los cambios de marea, corrientes y olas.
AsĂ se gobiernan muchĂsimas personas en referencia a sus gustos o devaneos polĂticos.
Tira uno "pallĂĄ" y ahĂ van todos detrĂĄs.
Tira otro "pacĂĄ", y allĂĄ van todos los demĂĄs, incluso si no les apetece o no les gusta.
Van yendo a donde les guĂan, como si fueran peces de un cardumen.
¿Problemas?
Pues que aparezca un pez grande, un tiburĂłn, una orca, y abra la boca mermando el cardumen en gran cantidad.
Navegar arropado por un cardumen implica que son mĂĄs apetecibles y mĂĄs fĂĄciles de pillar como comida que si el pez viajara independiente, neutral, sin seguir los designios de nadie.
Es solo una metĂĄfora.
Foto de mi amiga Juani Mora. |
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