¡Ay si yo, o algunos de nosotros, normales y tranquilos habitantes de nuestro planeta tierra, tuvieramos alguna vez superpoderes.!
¡Anda que no Ăbamos a tener trabajo!
Enfermedades, guerras, desastres naturales, delincuentes, cientos por medro cuadrado; nada mĂĄs que con estas cosas estarĂamos entretenidos veintisĂ©is, de las veinticuatro horas del dĂa.
Y lo mĂĄs importante, que como todos los superhĂ©roes, serĂamos unos verdaderos desconocidos para la sociedad.
No como otros, que se creen que tienen superpoderes otorgados por el altĂsimo; superpoderes para determinar quien tiene mĂĄs derecho vivir, y a morir; superpoderes para matar gente indiscriminadamente por el simple placer de mantener sus superpoderes. Delincuentes, disfrazados con traje y corbata, que roban, estafan, se quedan con el dinero de todos y nos hacen cada vez pobres.
Y otros que tienen superpoderes para instalarse en la polĂtica y mal dirigir los destinos de millones de habitantes, engañando a todos con sus ficticias soluciones, para cosas que no tienen soluciĂłn.
SuperhĂ©roes con superpoderes de pacotilla, porque todos sabemos quienes son, ya que no van de incĂłgnito, todos los conocemos, y como Ășnica cura, tendrĂamos que recetarles una buena razĂłn de "kriptonita", pues eso.
Foto de mi buena amiga Isabel RodrĂguez (la peluquera) |
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