Hay que precaver la ignoracia, hay que precaver la salud, hay que precaver los disturbios, pero parece que no es preciso.
No es preciso invertir mĂĄs hay que invertir bien; no es preciso gastar mĂĄs dinero, es necesario no derrochar.,
No se cuånto derroche hay en sanidad, pero desde dejar encendidas las luces de todos los servicios hasta Dios sabe qué.
Hay muchos jefes y pocos soldados.
Y un magnĂfico mĂ©dico que he conocido estos dĂas estĂĄ contratado tan precariamente, que le tienen que renovar el contrato cada tres meses, y tiene que estar pendiente del mĂłvil para que no se le pase la renovaciĂłn.
Si un mĂ©dico, totalmente volcado en su labor, tiene que estar pendiente de su renovacĂĂłn, mal vamos.
Pues lo mismo pasa en la educaciĂłn.
Y cada vez mĂĄs asesores y cada vez menos dinero para contratos.
Y de los enzarzamientos entre dos bandos opuestos, calentando los sentimientos, sentimientos que tendrĂan que estar apaciguados desde hace una infinidad de años.
Señores dirigentes municipales, autonómicos y nacionales, ya es hora de precaver lo que se avecina, aunque parezca que nunca pase nada, o vaya a pasar nada.
Precaver: prevenir un riesgo, daño o peligro para guardarse de él y evitarlo.
Foto de mi amiga Isabel RodrĂguez Camacho. |
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