El rencor te corroe contĂnuamente, porque duele.
El rencor te come el alma, porque duele.
El rencor no es recomendable guardarlo, porque duele.
El rencor va minando poco a poco tu carĂĄcter, porque duele.
El rencor apaga tu sonrisa porque duele.
El rencor agria tu corazĂłn porque duele.
El rencor instiga al malhumor porque duele.
El rencor apaga tu felicidad porque duele.
El rencor destroza tu vida porque eso, duele.
Pero si el rencor duele, que duele mucho, mucho mĂĄs duele que te olviden.
Que te olviden duele mucho.
Aunque siempre es bueno olvidar al rencor.
Foto de mi amigo Manuel MarĂa PĂ©rez. |
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