Cuando en 1983 desaparecieron los céntimos de peseta, después de nueve años conviviendo con ellos en el banco, fue una verdadera maravilla.
Yo que trabajaba en un terminal de datos pasando apuntes toda la jornada laboral, simpre teníamos que teclear dos céntimos en las cantidades, y dos céntimos en cada apunte, en una media de 12000 apuntes diarios eran un montante de 24000 pulsaciones más diarias.
En aquellos tiempos las tiendas, comercios y demás utilizaban, lo que para mi siempre ha sido una chorrada, el ,99; una chaqueta 29.999,99 pesetas, no 30.000.
Se que es una estrategia comercial para hacer más atractivos los precios, y ahora hemos vuelto a las andadas con el euro.
La mayoría de los precios, hoy en día terminan en ,99 €, lo que indica que hay que redondear el precio hacia arriba.
Un precio de 19,99€ no es más que 20,00€ y lo demás son tonterías.
Es lo mismo que cuando falte un día para tu 60 cumpleaños y dices que tienes 59,99 años.
¡Valiente tontería!
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