Desde que tenemos uso de razón,
empezamos a aprender a vivir; cada minuto que trascurre, se transforma
automáticamente en pasado.
Todos, tenemos un pasado; ese
pasado nos marca y nos va marcando para toda la vida, día a día; ese pasado, es
el que impulsa las acciones u obligaciones del tiempo actual en el que
existimos. Nos enseña a caminar jornada a jornada en el presente más próximo, a
cambiar cosas, a tomar decisiones, a decidir por qué camino echar a andar.
Esos hechos que originemos en
este presente, ese camino por el que decidamos circular, marcará
definitivamente lo que suceda en nuestro futuro, depende del ramal al que
decidamos acceder, así será la meta a la que llegaremos más tarde o más
temprano.
La marca del pasado, subsiste en
el presente y perdura para el futuro; la mente humana es más moldeable aún que
una barra de plastilina, porque alguien sin manos, y sin cuerpo, se entretiene
en modelarla continuamente. La vida misma, es el mayor imaginero de mentes que existe.
Buenas noches, y moldead a gusto
vuestros sueños.
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