En breve se acerca el tiempo en que todavía no es necesario conectar el aire acondicionado, pero si hace el suficiente calor para poner un rato el ventilador.
El ventilador es un electrodoméstico muy apreciado, no hace muchos años nos refrescaba durante todo el verano, solo unos privilegiados disfrutaban del aire acondicionado, si bien éste fue patentado en 1906.
¡Ay el ventilador!... creíamos que dejarían de fabricarse por el auge del acondicionador de aire, pensábamos que desaparecerían las fábricas y que los empleados tendrían que ir a un ERE; pero nada más lejos de la realidad.
La venta de ventiladores, en los últimos treinta y tantos años, cada vez ha crecido más, y no para de hacerlo.
Hay almacenes enteros repletos de ellos; en la calle Génova de Madrid y en sus sucursales, en la calle Ferraz y sus agencias, también en la calle Zurita y en la calle Alcalá. Hay naves en comunidades autónomas, en ciudades y hasta en el más pequeño de los municipios.
También hay subastadores de "caca" (perdón por la palabreja), que la venden al mejor postor en las plazas de todos los municipios, ciudades y comunidades de España.
Cuando alguien no tiene ningún proyecto interesante, cuando alguien no cumple, cuando alguno o alguna mete la pata; cuando se equivocan, cuando hacen mal las cosas, cuando se salen de la legalidad, cuando se meten en el bolsillo lo que no es suyo; cuando en suma, demuestran no estar capacitados o no tener la dignidad y preparación suficiente para hacer frente a su trabajo en beneficio de la comunidad que los puso ahí, empieza la guerra de ventiladores. Los de enfrente, cuando no tienen argumentos para rebatir, enchufan el ventilador a la máxima potencia y lo rocían de "caca" frente al otro; y evidentemente el que no tiene otra defensa, enchufa el suyo y lo rocía con más mierda.
Y en medio todos nosotros, respirando esa brisa fétida y apestosa que cada día nos invade más y más y más.
Vamos a tener que cortar los cables de los ventiladores, a ver si así...
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