Ayer, onomĂĄstica de Francisco de AsĂs, he felicitado a mi hijo Francisco JosĂ©.
De vez en cuando deberĂamos echar una ojeada a los nombres de las personas, y si es posible saber de dĂłnde proceden.
En este caso, el caso de mi hijo, su nombre proviene de dos personas excepcionales.
Personas de otra Ă©poca, pero que espero dejen su impronta en aquel que lleva hoy su nombre.
La primera mi suegro Francisco; hombre cabal sin concesiones, persona que realizaba los tratos con un apretĂłn de manos, trabajador incansable y persona seria donde las hubiera.
Y segunda mi padre JosĂ©, Pepe para los amigos y conocidos; no por ser mi padre dejarĂ© de reconocer que era la persona mĂĄs honrada que he conocido, y probablemente conocerĂ© en mi vida; puntual y meticuloso en su dĂa a dĂa en el trabajo, y un artista en potencia, sobre todo trabajando la madera.
Dejaron mucha huella en mĂ, sobre todo mi padre, y espero que su recuerdo ilumine el comportamiento de mi hijo en esta vida.
A cada cual lo suyo, evocar en la memoria a las personas que se fueron es la mejor forma de mantenerlos siempre vivos.
Foto de mi amiga Toñi DomĂnguez. |
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