La etimología de floripondio es un poco incierta, pero se cree que procede, cómo no, del latín "flos-floris" (evidentemente flor) y de "pondium" (peso); por lo que literalmente un floripondio sería una flor de peso, o un peso de flores.
La RAE va más allá en el exceso de flores y cataloga a floripondio de:
-Adorno exagerado y de mal gusto, especialmente el que está formado por una flor o un conjunto de flores grandes o llamativas.
También puede ser la flor "brugmansia arborea", o trompeta de ángel, blanca y grande por su tamaño.
Se me viene a la memoria con esta palabra el libro del genial Antonio Fraguas (Forges) "Los forrenta años" en los que detallaba en tono de humor y sátira los cuarenta años de la época franquista.
Era una delicia de simpatía y humor la descripción de las tropas lusas e italianas que vinieron a participar en la "Guerra incivil" en la que estuvimos envueltos durante tres años.
Grandes floripondios y penachos en los soldados y grandiosos en los mandatarios de las compañías.
Y otros excelsos floripondios los observamos en las cofradías de Semana Santa en la representación de cada romano. Todos los soldados romanos que aparecen en los pasos de Semana Santa o en los desfiles, son por lo menos: centuriones, decuriones, duces, legatus, o incluso magister militum; dado el grado de floripondio que exhiben en su emplumada cabeza.
Forma de ensalzar la grandeza (o teórica grandeza) de una persona o un grupo de personas, sería adornarlo con un floripondio.
Algunos llevan el floripondio en los coches oficiales, en los trajes de 500€, en los móviles, Ipads, gastos de representación, ayudas a alquiler, secretarios, vicesecretarios, correveydiles y demás zarandajas.
¡Eso sí que son floripondios y no los de los "armaos de la Macarena"!
Al final, ésos son sólo de plumas.
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