Cuando vas a hacer un examen, como el de anteayer de inglés, estudias, te esfuerzas para intentar que salga bien.
Y llega el día del examen.
Supón que entras en el aula, tranquilo, relajado, pero nervioso; te sientas y te dan los papeles.
Empiezas a leer y te relajas del todo, tienes dos horas por delante y parece asumible, fácil; extiendes tus folios y empiezas a responder a preguntas.
Pero a mediados del tiempo límite ocurre una cosa que te descuadra del todo, la profesora te dice por sorpresa que hay que entregar el examen antes de tiempo.
Y te descoloca, pierdes el control y te aturrullas.
Pues supongo que eso le pasará a los que les dicen que van a durar unos pocos meses, o unos días, o mismamente a los que, de un momento a otro, entran en el túnel ese negro que no tiene retorno, o pocas veces.
Como diría Eva González el otro día, que te digan que puedes morir joven es como si te dijeran que tenías que entregar el examen antes de tiempo.
La vida es corta, tan corta como un examen, pero el examen si sale mal, o lo tienes que entregar pronto, lo puedes repetir, la vida no te da esa oportunidad.
Vive la vida, no hagas daño conscientemente, se honrado, y sobre todo intenta ser feliz.
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Foto de mi amiga Juani Mora. |
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