¡Qué bonita esa película!
¡Qué lindo el fantasmita calvo y cabezón que
pulula por toda la mansión!
¡Qué graciosos los otros tres hijos de su madre, que se dedican a hacer la vida imposible a la familia que visita la casa!
¡Qué encantador el padre cuando se convierte en
fantasma!
¿Fantasma?
Si, fantasma con F.
F de fanfarrones; que se entretienen en provocar a sus
paisanos con faltas de respeto y educación, fanfarrones que no agradecen las
facilidades que la vida les ha dado y las refriegan constantemente en la cara
del vecino, en vez de ofrecérselas a los que carecen de ellas.
De farándula; en la que se está convirtiendo la
vida política actual, poco a poco, paso a paso, pero eso sí, con decisión.
De farfullar; a la hora de tener que decir las verdades del
barquero, y por supuesto cuando haya que decir un ¡no! con todas las de la ley.
De fumarada; que nos están vendiendo
constantemente, unos y otros, rojos y azules, naranjas y verdes, morados y
rosas.
De fregados; en los que se meten y nos meten algunos,
para intentar ocultar la suciedad que sale a borbotones por la boca del desagüe de su
fregadero.
De fantasía; esa que tienen tantos y tantos,
viviendo en los mundos de Yupi, con el dinero de los demás y con las riendas de
un país, autonomía, o una ciudad en sus manos.
De fondo, el que están tocando ya demasiados
habitantes de esta sociedad; con la consciencia de que más abajo, ya no hay
nada.
De fútbol del malo, con "boleones" de un campo al otro, sin que ninguno de los equipos tenga el valor suficiente para echarla abajo y jugar entre todos.
De agencia EFE, que podría hacerse eco, más a menudo, de buenas noticias que alimenten nuestro maltrecho ánimo, y dejarse de ensalzar tanto los desastres.
Con F de fusta, que haría falta para dehacerse de
tantos y tantos fantasmas que acorralan nuestra existencia.
Tampoco vendría mal una grandiosa falla, en la que ardieran, tantas y tantas cosas.
En fin... también con efe.
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