¿CuĂĄntas veces he escuchado esta frase en todos los aspectos de la vida?
Que si no hagas el ridĂculo en el colegio, no hagas el ridĂculo con los amigos, no hagas el ridĂculo en el trabajo, no hagas el ridĂculo con tu pareja, ni con tus hijos; no hagas el ridĂculo con tus nietos, en fin...
¡Que no hagas el ridĂculo, coño!
RidĂculo viene del latĂn "ridiculus" (que hace reĂr) derivado de "ridere" cuyo participio es "risus" (risa); por metonimia (transformaciĂłn) se ha generado la acepciĂłn: grotesco, raro, extravagante, porque provoca risa, pero no es la esencia del significado de ridĂculo.
Y volviendo al significado peyorativo de ridĂculo hay mucha gente que hace el ridĂculo mil y una veces mĂĄs que tĂș mismo en algĂșn momento determinado.
Gobernantes, polĂticos, maestros, alumnos, pareja, padres, madres, hijos, hijas, mĂ©dicos, enfermeros, policĂas y ladrones, presidentes, vicepresidentes, monarcas, escritores, cantantes, hay infinidad de gente que hace el ridĂculo, pero siempre segĂșn el baremo de la persona que observe la actitud y el comportamiento del mismo o de la misma.
Lo que para unos es hacer el ridĂculo, para otros en sentar las bases para algo importantĂsimo, un triunfo grandioso, o un logro indescriptible.
Y lo importante, lo realmente importante, es hacer el ridĂculo segĂșn la acepciĂłn original del latĂn, hacer reĂr, en suma, ser divertido.
Pero a toda la gente no le hacen gracia las mismas cosas.
"La imperfecciĂłn es belleza y la locura genialidad; es mejor hacer el ridĂculo que ser un aburrido." Marilyn Monroe. (Esta era la tontita "gĂŒenorra")
Foto extraĂda de la pĂĄgina: pinterest.com |
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