Muchas veces me acuerdo de mi amigo y compañero Claudio; estuvo un tiempo trabajando conmigo en la oficina y coincidió que estaba empezando a estudiar inglés.
Como siempre que se empieza a estudiar algĂșn idioma, cada vez que llegaba pronunciaba una frase nueva, para mĂ ininteligible en esos momentos.
Y hay una que sigo repitiendo una y otra vez; cuando escucho que algo va mal, que alguien estĂĄ preocupado, que alguna persona estĂĄ enferma, cuando el trabajo agobia a las personas, cuando las personas se agobian porque no tienen trabajo, cuando la chica que te gusta te ha dado esquinazo o el chico de la que estĂĄs enamorada se fija mĂĄs en tu amiga de enfrente.
Todo tiene su fin con la caĂda de la noche, el dĂa se acaba, se apagan los ojos, se cierra la mente y a esperar que amanezca de nuevo mañana por la mañana.
Si tienes la gran suerte de abrir los ojos al sol de la mañana querrå decir que te mantienes vivo, y eso es, sin duda alguna, lo mås importante.
Y si no que le pregunten al enfermo que pelea entre la vida y la muerte, que estĂĄ luchando por seguir aquĂ, que se esfuerza por recuperarse; esa persona, cuando sus sentidos vuelven a ver la luz del dĂa, seguro que sus labios pronuncian la primera frase que aprendiĂł mi amigo Claudio en sus clases de inglĂ©s particulares.
"Tomorrow wil be another day" (Mañana serĂĄ otro dĂa)
¿Y habrĂĄ que vivirlo no? ¡Pues a ello!
"Hay que seguir respirando, porque mañana volverå a amanecer, y quién sabe que traerå la marea."
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