En la época musulmana, todas las mujeres ricas tenían criadas. Esas criadas se llamaban azafatas, y su nombre deriva de las bandejas en las que estas criadas llevaban las joyas de la señora los as-safat (cesto).
De ahí pasó al castellano romance "azafate" (canasto).
Realmente la doncella que llevaba el azafate, donde la reina Isabel del Castilla guardaba su dedal real, su acerico real, sus agujas reales, o sus hijos reales, se llamaba azafata.
Por ello, la palabra azafata tenía un prestigio añadido como antiguo cargo cortesano, y estaba en desuso desde la edad media.
Cuando en la España de Franco la empresa estatal de aviación Iberia, buscaba señoritas que hablaran idiomas y estuviesen bien educadas, tuvieron que recurrir a "hijas de buena familia" para cubrir esos puestos.
No podían llamarlas como vulgares sirvientes "aeromozas", entonces tuvieron la brillante idea de recuperar del olvido la elegante palabra "azafata" pera llamarlas, que remitía a las nobles damas del reino de Castilla.
Se ha ampliado su uso para señoritas que atienden: convenciones, ferias de muestras, o similares, incluso se ha creado el masculino "azafato" (qué palabra más fea).
En fin, cuando veamos a la azafata del AVE con un canasto repartiendo auriculares que sepamos que la chica es la azafata y el canasto el azafate.
Otra más.
Foto de mi amiga Juani Mora. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario