Una hormiga bebía agua en un río, con tan mala suerte que
cayó al agua. Pasaba por ahí una paloma que, al oír sus gritos de auxilio,
corrió a salvar a la pequeña hormiga.
—Gracias, amiga paloma —dijo la hormiga muy agradecida—. Si
algún día estás en peligro, yo te ayudaré.
Varias semanas después, un cazador vio a la paloma sobre una
rama. Estaba a punto de disparar su escopeta cuando, de pronto, la hormiga se
metió por debajo del pantalón y le mordió la pierna. Y así pudo la paloma
escapar, sana y salva.
Moraleja: Haz bien y no mires a quién. Esto nos enseña
a ayudar siempre a los demás, y que toda buena acción trae más acciones
buenas.
![]() |
Foto de mi amiga Juani Mora. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario