Pongamos un ejemplo real.
Un maltratador, un tío malo, malo, pero malo de verdad, que un buen día se muere.
A nadie se le desea la muerte, pero a veces...
Cuando hablaban de él en el pueblo decían:
-Era malo con su esposa, con sus hijos, pero algunas cosas buenas tenía.
-A mí me hizo una vez un favor.
-Más ha perdido él que está muerto.
-Pobre, murió joven.
Y la familia, si alguna vez escucha esto se arrancarán la piel a tiras.
Siempre se enaltece a los muertos y al final se les acaba perdonando, cuando algunos no tienen perdón.
![]() |
Foto de mi amiga Isabel Rodríguez Camacho. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario