Esta popular leyenda, en la que un flautista se lleva con un señuelo (una flauta y una intrigante melodía) a todos los niños del pueblo germano de Hamelín, después de que los habitantes rompieran la promesa de pagarle por haberles librado de una plaga de ratas, tiene su origen en un suceso que ocurrió en 1212.
Se dice que en aquel año, cerca de 40.000 niños alemanes abandonaron sus hogares y que, guiados por un niño, llamado Nicolás, cruzaron los Alpes y llegaron a Roma.
En Francia, cerca de 30.000 niños se sumaron al viaje, que fue llamado "La Cruzada de los Niños."
Los líderes y supervivientes de la expedición se reunieron con al Papa Inocencio III, quien les invitó a que retornaran a sus casas.
Muchos hicieron oídos sordos al consejo del Santo Padre y embarcaron en diferentes navíos con destino al norte de África, donde fueron vendidos como esclavos.
En el origen de la leyenda, en ningún momento se habla de plaga de ratas, ni de pagos incumplidos.
Siempre es bueno buscar culpables para cosas que no tienen explicación, como es que tantos niños abandonaran su hogares sin saber por qué.
Foto de mi colección particular, pueblo de Ademuz. |
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